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La partitura como receta

Capella de Ministrers presenta su nuevo discolibro ‘Batailla en espagnol’, en el que Ferran Adrià escribe sobre música y cocina

Los integrantes de Capella de Ministrers, ayer, durante su concierto en el Centre del Carme, en Valencia.
Los integrantes de Capella de Ministrers, ayer, durante su concierto en el Centre del Carme, en Valencia.CARLES FRANCESC

¿Puede leerse una partitura como si fuera una receta? Puede. “Hasta que se inventó la reproducción de la música, lo único tangible de una obra musical era su codificación: una partitura que, en cierto modo, es como una receta de cocina, es decir, las instrucciones para interpretarla (o para cocinarla)”. Quien así se expresa es Ferran Adrià, paradigma de la figura del cocinero-investigador-artista-alquimista que ha emergido en el crisol cultural de este comienzo de siglo. Su firma figura destacada en el libro que sirve de estuche al nuevo álbum discográfico de la Capella de Ministrers que dirige, viola en mano, Carles Magraner.

Según dijo el músico valenciano con ocasión de presentación de su nuevo trabajo este viernes en el Centre del Carme, la Capella practica el oficio de restaurar el sonido antiguo “a partir de unas partituras que dicen bien poco”, para traducirlo al público contemporáneo.

El nuevo trabajo del prestigioso conjunto de cámara valenciano, que será presentado el domingo en la Fira del Llibre, gira sobre un eje en apariencia gastronómico, pero en realidad musical: las ensaladas. Tan mediterráneo nombre corresponde a “una composición vocal polifónica” del siglo XVI “en la que se mezclaban los géneros religioso y profano, idiomas y dialectos y otros componentes”, aclara Magraner. Es “un género literario-musical —y quizá escénico— propiamente hispano”. El disco recoge cuatro ejemplos de ensalada, la primera de las cuales, La justa, da pie al título de este proyecto: Batailla en espagnol, que así denominó la pieza el editor musical renacentista Jacques Moderne, ya que hablaba de un torneo singular: “Denles las lanças de guerra,/a Cristo la de justicia/y a Luzbel la de cobdicia”. Sobre las piezas escogidas y sus autores escribe con detalle la musicóloga Mari Carmen Gómez, que resalta la capacidad de las ensaladas de sorprender “al público por su modernidad en un sentido plástico”.

Otra semejanza que Ferran Adriá apunta entre música y cocina es que ambas están “condenadas a ser efímeras y fugaces”. Una tercera e importante es el ritmo. Un menú de El Bulli presenta todos los elementos que su chef relaciona con el ritmo: “aceleraciones, momentos de relajación, secuencias monotemáticas que detienen el tiempo como si fuera una cadencia o una digresión...”. En el nuevo discolibro de la Capella, quinto de una discografía en la que hay, además, 24 CD, no solo se perciben los peculiares ritmos de esta música del siglo XVI, sino que también se muestran el vestuario e instrumentos de la corte valenciana de la época, a través de un vídeo grabado en la Lonja de la Seda de Valencia en el que interpretan las mismas cuatro canciones.

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