No hay democracia sin periodistas

Sin periodistas que cuenten lo que el poder no quiere contar, sin periodistas que expliquen lo que pasa en tu barrio o en el otro lado del mundo, sin periodistas que puedan vivir de su trabajo, no sería posible la democracia. Porque Sin periodistas no hay periodismo y Sin periodismo no hay democracia. Este es el lema que presidió ayer la concentración de los profesionales de la Unió de Periodistes Valencianas, con motivo del Día Internacional de la Libertad de Expresión, que coincide con el de los periodistas.

Hay muchas razones para concentrarse. Joaquim Clemente, el presidente de la Unió, expuso algunas bajo el intenso sol primaveral que caía sobre la plaza del Patriarca de Valencia a las 12 del mediodía: "Nuestro deber es elaborar información veraz, rigurosa, contrastada y contextualizada, no simplemente llenar espacios en los medios". Y continuó con megáfono en mano: "Porque no podemos aceptar ruedas de prensa sin preguntas. Porque no queremos ser meros distribuidores de información elaborada por los poderes políticos, económicos o cualquier otro sector; porque queremos una retribución digna; porque queremos poner remedio a la destrucción masiva de lugares de trabajo; porque rechazamos que los empresarios antepongan los intereses económicos al derecho del ciudadano a estar verazmente informado". 

Decenas de periodistas, de diferentes medios y también parados, se concentraron en la plaza a las 12 del mediodía. La comidilla entre ellos era inevitable: "¿A cuánta gente afecta tu ERE?", "¿Cuándo se va a presentar el tuyo?", "¿Cómo vais vosotros?". Unos comentarios extensibles, lamentablemente, a muchas otras profesiones. Pero los llamados antiguamente plumillas podrían competir con cualquiera para optar al triste liderazgo de una de las profesiones más golpeadas por la brutal crisis.

Minutos más tarde, ya en el interior de la Nau, Centre de Cultura de la Universitat de València, se entregaron los Premis de Llibertat d'Expressió de la asociación, otorgados a los alumnos, profesores, padres y madres del Instituto Lluís Vives, cuyas protestas por los recortes educativos fueron violentamente reprimidas por la policía; a la antigua Gandia Televisió, cerrada por el alcalde, Arturó Torró, del PP, tras 25 años de trayectoria comunicativa en valenciano, y al corresponsal en Oriente Medio de El Mundo, Javier Espinosa, especialmente, por sus informaciones sobre la represión del ejército en Siria.

Álex Ruiz, de la plataforma Gandia Televisió Sí, reconoció recibir el premio con "amargura" por el cierre de una emisora que daba información a más de 150.000 personas de La Safor, supuestamente para "ahorrar" y para cumplir la legislación.  Al poco, el alcalde concedió 3,5 millones en ayudas a dos televisiones privadas, un millón más del presupuesto que tenía la televisión municipal, explicó. 

La directora del Lluís Vives, Carmina Valiente, salió a por la distinción acompañada por tres alumnos y una representante del Ampa del instituto. Incidió en que los adolescentes, los jóvenes, sí están comprometidos con la denuncia de las injusticias y los "recortes que no entienden" y con la defensa de la educación pública". "Están despiertos", dijo, y como prueba no hay más que mirar atrás, a las movilizaciones estudiantiles de febrero.

Por último, Xavier Borrás, subdelegado de la edición valenciana de El Mundo, recogió la distinción en representación de Espinosa, que se encuentra en Beirut. Borrás se refirió a la preocupación que embarga a la profesión, antes de leer un texto remitido por el corresponsal. En él, Espinosa critica el egocentrismo del periodismo, al mismo tiempo que reivindica la profesión como el compromiso ético con la ciudadanía para contar historias, contar la verdad, ignorando las alianzas con el poder político y económico. Sin periodismo, añade Espinosa, "se resquebrajan los cimientos de la democracia". 

Asistieron también a los actos de la Unió el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, el portavoz del grupo municipal socialista en Valencia, Joan Calabuig, la portavoz parlamentaria de EU, Marga Sanz, y los diputados de Compromís Mireia Mollà y Josep Maria Pañella, entre otros. También el director del festival Cinema Jove, Rafael Maluenda.