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Los alcaldes del Ebro se unen para exigir la A-7

Las obras de la variante llevan una década retrasadas y no están incluidas en los Presupuestos Generales del Estado

Los vecinos de L'Aldea cortaron el tráfico de la N-340 el verano pasado con un 'bou'.
Los vecinos de L'Aldea cortaron el tráfico de la N-340 el verano pasado con un 'bou'.JOSEP LLUIS SELLART

El municipio de L’Aldea (Baix Ebre) está partido, literalmente, en dos. La carretera N-340 divide en dos mitades este pueblo de 4.500 habitantes. Los vecinos cruzan la vía resignados entre atascos de tráfico. Un estudio calcula que transitan por la N-340 a su paso por L’Aldea 15.000 vehículos diarios, la mayoría camiones. “Todo el mundo pasa por ahí, no hay una vía alternativa que no sea de pago”, dice el alcalde de la localidad, Daniel Andreu (ERC). El Ayuntamiento y los vecinos llevan reivindicando una variante desde hace más de una década. Entre otras acciones, cortan desde hace cuatro veranos la carretera con un bou capllaçat para reclamar al Ministerio de Fomento una solución. Hoy Andreu ha ido más allá y con otros cuatro alcaldes afectados de la comarca del Baix Ebre se ha reunido con el subdelegado del gobierno en Tarragona, Jordi Sierra, para exigir un calendario de obras “real y rápido”.

La alternativa para descongestionar el tráfico de la N-340 es la autovía A-7, pero por el momento esta carretera solo está construida hasta L’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp). Incluso un tramo de la vía de este municipio, en el cual Fomento se gastó 47 millones de euros, ha estado dos años cerrado al tráfico por desprendimientos, con piedras amontonadas en los laterales de la vía.

“Plantearemos una reunión en Madrid durante las próximas semanas. La provincia de Tarragona no se acaba en L’Hospitalet de l’Infant”, afirma Andreu Martí (CiU), alcalde de L’Ametlla de Mar. Además de Martí y el alcalde de L’Aldea, también han asistido a la reunión los de El Perelló, Ferran Cid (ERC); L’Ampolla, Francesc Arasa (CiU), y Camarles, Joan Curto (Progrés Municipal). Los cinco alcaldes coinciden en la necesidad de finalizar las obras de la variante de la N-340, que es una de las carreteras más transitadas del Estado. Los alcaldes han recordado, además, que “allí hay una nuclear y una gran central térmica”, y piden que la continuación de la infraestructura, prevista como un todo, se desarrolle por tramos para facilitar la ejecución del proyecto. De esta manera, han trasladado a Sierra la opción de realizar primero el tramo de la A-7 hasta El Perelló, algo que, creen, podría ser una realidad en 2013, ya que este año las obras no constan en los Presupuestos Generales del Estado.

“No hay un calendario, no tenemos ninguna garantía porque no está presupuestado”, ha explicado el subdelegado del Gobierno en Tarragona. Aun así, Sierra se ha comprometido a dedicar este año a realizar los trámites y poder iniciar las obras del primer tramo en 2013.

Los alcaldes piden, además, la gratuidad de la autopista AP-7 para los vecinos afectados mientras duren las obras.

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