El PP rechaza crear un registro de regalos a autoridades y funcionarios

El PP rechazó ayer crear por ley un registro de regalos a autoridades y funcionarios. La diputada de Compromís Mònica Oltra defendió una proposición que preveía hacer públicos los regalos que superasen los 50 euros y lo argumentó en que la regulación actual en leyes como la de la Función Pública se refieren genéricamente a no aceptar “regalos o favores” que vayan “más allá de los usos de cortesía, sin perjuicio de lo que dice el Código Penal”. Oltra explicó que “muchos casos de corrupción empiezan con un regalo” y recordó que el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, fue juzgado por ello, aunque resultó absuelto, y que un exvicepresidente del Consell, Víctor Campos, ha sido condenado por aceptarlos.

El diputado del PP José Marí Olano dijo estar de acuerdo en la transparencia, pero rechazó que la norma tenga rango de ley. El parlamentario se mostró contrario a que “se regule en exceso” y dijo: “No se puede confundir una ley con un manual de instrucciones de un electrodoméstico”. Oltra respondió que el autocontrol no sirve. “Ustedes no se controlan, están descontrolados”, argumentó, para calificar de “descafeinada” su propia proposición. “Lo único que se pide es que se publiquen los regalos de más de 50 euros. La señora Barberá podrá seguir recibiendo bolsos de Vuitton, pero al menos se sabrá”, indicó.

Oltra tuvo el apoyo de los otros grupos de la oposición. Esther López Barceló, de Esquerra Unida, dijo que votaba a favor porque “el País Valenciano es la comunidad más deficiente a la hora de poner obstáculos a la corrupción”. Y el socialista Rafael Rubio replicó una crítica de Marí Olano a Compromís por no haber aplicado el registro en los ayuntamientos donde gobierna ni en su página web. Rubio recordó que el PP, en el programa electoral que redactó Rafael Blasco, su actual portavoz, prometió publicar los regalos a autoridades en el portal de la Generalitat en Internet. “¿Dónde está? En ningún sitio”, dijo el diputado, que emplazó a los populares: “Si se puede regular de otra forma, háganlo”.

Antes del debate de la proposición de Compromís, las Cortes convirtieron en ley, con los únicos votos del PP, el decreto del Consell de medidas urgentes para agilizar los trámites urbanísticos. Para Esther López, de Esquerra Unida, se trata de “una ley del todo urbanizable” y, en opinión del diputado de Compromís Juan Ponce, lo que se hace es modificar “por la puerta de atrás” 15 leyes. El socialista Francesc Signes acusó al PP de no haber querido pactar la norma y aseguró que “parecía imposible liar más el urbanismo valenciano”. Según él, la ley supera “al rey del lío urbanístico valenciano”, como calificó a Rafael Blasco en su paso por la consejería de Territorio. El diputado popular Mariano Castejón dijo que “de coladero, nada”, defendió la ley para agilizar la implantación de actividades económicas y la creación de empleo y respondió, a una pregunta de Signes, que “20 promotores ya han presentado sus proyectos”. Añadió que, entre ellos, no sólo hay programas de actuación integrada (PAI) sino iniciativas del sector terciario, hoteleras, deportivas, comerciales o energéticas.

Por otra parte, las Cortes Valencianas celebraron el 25 de abril, aniversario de la pérdida de los Fueros en la batalla de Almansa en 1707. Lo hicieron con un homenaje a los 26 diputados valencianos en las Cortes de Cádiz de 1812. El presidente de la Cámara, Juan Cotino, se refirió a los 30 años del Estatut d’Autonomia, los 35 de los Pactos de la Moncloa y los 200 de la Constitución de Cádiz. Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, habló en nombre de los representantes de los municipios de los que procedían aquellos diputados. Participaron en la ceremonia el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y el nuevo secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig. Esquerra Unida no asistió en protesta por el “ataque al autogobierno” que suponen los “recortes de servicios públicos”, según su portavoz, Marga Sanz. El líder de Compromís, Enric Morera, criticó el contenido del acto en una celebración de las libertades valencianas.