Danza para conjurar el recuerdo de los niños exiliados en 1937

De entre los centenares de niños que tuvieron que huir al exilio el 7 de mayo de 1937, la compañía de danza Kukai, en colaboración con el grupo teatral Tantakka, ha seleccionado siete historias para mostrar cómo por encima de la soledad, la tristeza y el desarraigo puede aflorar una sonrisa. La danza tradicional vasca es el cordón umbilical escogido para homenajear a todos esos niños exiliados por la Guerra Civil. De esa idea, y coincidiendo con el 75º aniversario del bombardeo de Gernika y otras localidades, surge el espectáculo 1937: por las sendas del recuerdo, que recrea los relatos de esos niños, ahora ancianos, fusionando la danza contemporánea con la folclórica tradicional. Las historias se arropan con la melodía poética de Juan Mari Beltrán, las coreografías de Jon Maya y la dirección de Mireia Gabilondo.

El espectáculo ya fue galardonado en 2003 con el Premio Donostia de Teatro. Desde entonces ha pasado por países como Argentina, Chile, Uruguay, Venezuela, Colombia, Estados Unidos e Inglaterra. Mañana se representará en el Museo San Telmo de San Sebastián a las 20.30, y el 27 de abril pasará por el Teatro Torrezabal de Galdakano.

Este montaje es solo uno de los muchos actos enmarcados en el 2012, Año de las Culturas por la Paz y la Libertad, una conmemoración que, con la percha del recuerdo de los bombardeos, busca desacreditar definitivamente cualquier forma de violencia y apostar por la cultura como canal transformador de la realidad. Entre esos actos destaca la inauguración del monumento "Agonía del fuego" del escultor Nestor Basterretxea, que el 'lehendakari', Patxi López presidirá mañana a las 13.00 horas.

La escultura, según ha explicado Peio Gutiérrez, gerente de la Fundación 2012 Euskadi Fundazioa que ha subvencionado la obra, se va a ubicar en el lugar donde cayó la primera bomba: en la calle Don Tello, prolongación de la calle Portu. “La escultura homenajeará a quienes sufrieron la sinrazón de la violencia”, ha dicho Gutiérrez, que también ha apuntado que “está hecha de acero corten, tiene formas agresivas, y simboliza una bomba abstracta gracias al uso de unos planos que caen del cielo y explotan en la tierra, haciendo del conjunto una verdadera agonía de fuego”.

Con todos estos eventos se pretende propiciar la búsqueda de espacios comunes y coincidentes entre instituciones, así como la implicación de la sociedad civil, desde su diversidad, en el inicio de una plena convivencia a partir de este 2012. Una cooperación institucional que también se ha reflejado en el proyecto Ciudades en Paz, entre 2012 Euskadi y los alcaldes de Gernika-Lumo y Eibar, y que pretende continuar la senda abierta por Pablo Picasso. El pintor ya demostró cómo la heterogeneidad de la cultura es una plataforma que explica y transmite valores de una manera muy potente. Su Guernica se ha convertido al mismo tiempo en icono universal contra la barbarie y en la esperanza de la solidaridad, el pensamiento critico y la denuncia permanente de la sinrazón de la violencia.