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JOSÉ ANDRÉS GORRICHO | Consejero delegado del Grupo IMQ

“No quiero pensar qué pasaría si no hubiese clínicas privadas”

Gorricho posa en las oficinas del Grupo IMQ en Bilbao.
Gorricho posa en las oficinas del Grupo IMQ en Bilbao.TXETXU BERRUEZO

José Andrés Gorricho se muestra contento y tiene motivos para ello. El Grupo IMQ, del que es consejero delegado, inaugura mañana su nueva clínica en Zorrozaurre, en Bilbao, que ha costado cerca de 90 millones de euros. Llamado a ser un referente del sistema sanitario privado en Euskadi, el centro ofrecerá servicios de las principales especialidades médico-quirúrgicas.

Pregunta. ¿Qué va a suponer la nueva clínica para el IMQ?

Respuesta. Es una apuesta importantísima, la obligación del líder. Ha sido un proyecto largo y complicado. No es fácil incrustar en Bilbao un equipamiento de esta naturaleza. Finalmente, surgió la posibilidad de Zorrozaurre, una apuesta de éxito.

P. ¿Resultaba realmente necesaria esta infraestructura?

R. Sí. Hace seis años que decidimos que teníamos que dar un paso adelante en nuestras prestaciones. La clínica San Sebastián [en Deusto], la más potente, se estaba quedando atrás.

P. Primero fue el edificio de Idom, también en Zorrozaurre, luego la Torre Iberdrola y ahora ustedes. Parece que en Bilbao no hay crisis.

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R. Hay crisis y la sentimos, pero no hay solo crisis. También está el futuro. El mejor modo de combatir la crisis es que quien tiene proyectos no los pare.

Perfil

José Andrés Gorricho (Pamplona, 1948) se licenció en Empresariales en la Escuela Superior Técnica Empresarial de San Sebastián, hoy perteneciente a la Universidad de Deusto. Viceconsejero de Sanidad entre 1980 y 1984, también ha sido director gerente del hospital La Paz de Madrid y de la Policlínica de Gipuzkoa, entre otros cargos. Desde 2010, es el consejero delegado del Grupo IMQ. Está casado y tiene dos hijos.

P. ¿Cómo están las relaciones entre sanidad pública y privada?

R. Digamos que son útiles, pero manifiestamente mejorables. Creo que la sanidad privada puede hacer todavía más de lo que hace en favor de la suma total. Los responsables de la sanidad privada jamás hemos querido que nuestras clínicas vayan bien porque lo público funcione mal. Lo ideal es que la oferta pública y la privada se complementen. La educación es universal, pero ¿es malo que exista la Universidad de Deusto? Radicalmente no. Es un bien. Si no existiera, habría que gastar más dinero público para dar esa oferta.

“Lo importante en la sanidad son las reformas más que los recortes”

P. Si no existiera la sanidad privada, habría que destinar más recursos a la pública.

R. Así es. Casi todos nuestros clientes tienen derecho a la sanidad pública porque pagan impuestos. Y, sin embargo, por miles de razones, deciden complementar sus coberturas pagando de su bolsillo o por medio de sus empresas, que son nuestros principales clientes, un seguro privado. De nuestros 315.000 clientes, muchos solo utilizan la sanidad privada. Esto es menos gasto para las arcas públicas. Si no, harían falta más hospitales o habría listas de espera más largas. No quiero ni pensar qué pasaría si no hubiese clínicas privadas.

P. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, propone como medida de ahorro derivar menos operaciones a las clínicas privadas. ¿Le preocupa?

R. Quiere lograr una mayor eficiencia y es lógico. Lo que hay que defender es la complementariedad entre ambos sistemas.

P. Bengoa también se muestra partidario de ahorrar haciendo menos escáneres. Muchas personas podrían optar por acudir entonces a centros privados.

R. Podría pasar, pero no estamos notando que acuda más gente a nosotros por la crisis en el sector público. Nosotros no estamos creciendo, pero eso no significa que no contratemos.

P. ¿Cuánto cuesta una poliza?

R. Depende, pero por 50 euros al mes se puede tener una.

P. ¿Qué opina del copago farmacéutico y de la restricción de la sanidad a los inmigrantes irregulares?

R. Sobre el copago, opino que lo importante son las reformas más que los recortes. Sobre lo segundo, poner la lupa y el acento en inmigrantes que están casi en la indigencia no está bien.

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