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Tesón para ser mujer

La transexual Sonia Bañeza obtiene su nuevo DNI tras 20 años de lucha personal y 24 meses de transformación

Sonia Bañeza, el pasado lunes en la Comisaría de Irún donde recogió su nuevo DNI.
Sonia Bañeza, el pasado lunes en la Comisaría de Irún donde recogió su nuevo DNI. JAVIER HERNÁNDEZ

“Siento mucha paz interior; he cumplido un sueño irrealizable. Pensé que no iba a poder verme como mujer. Con fuerza y tesón lo he conseguido”. Sonia Bañeza, de 43 años, agarra su nuevo DNI con firmeza y emoción. El documento oficial recoge su nuevo sexo y el nombre que le gusta desde el colegio. Es el reconocimiento a la carrera de fondo que inició hace dos años para convertirse en una mujer. “Hace décadas que lucho contra mi naturaleza biológica, no me reconocía en el espejo hasta que decidí dar el paso y ser sincera conmigo misma”, explica esta empresaria de Irún, que se dedica a la pintura y decoración. En diciembre de 2010 quiso hacer pública su historia a través de EL PAÍS para contar la discriminación social que sufren los transexuales. “La sociedad tiene que ser más abierta, sin tantos prejuicios. No son decisiones fáciles pero al fin y al cabo soy una persona con unos sentimientos. Necesitaba sentirme yo misma”, reconoce.

Atrás queda Carlos Bañeza con quien ha convivido parte de su vida. Antes de iniciar su proceso de transformación se separó de su pareja con la que tuvo dos hijas, de seis y dos años. “Quizá la parte más delicada de todo el proceso. No puedo pedir que los que me rodean asimilen esto al mismo ritmo que yo. Tengo que ir despacio pero estoy segura de que mis hijas lo entenderán”, cuenta.

Hasta llegar a ser la mujer que es hoy, dulce y femenina, ha tenido que pasar más de media docena de veces por el quirófano —prefiere no especificar el número, ni la inversión realizada tras años de ahorro—. Los rasgos faciales los ha suavizado a golpe de bisturí. Hace unos meses se sometió a una cirugía de reasignación de sexo en Tailandia donde permaneció 22 días. “Podía haberme operado en Osakidetza pero me daba más seguridad hacerlo allí, además, no me daban una fecha cerrada para la operación”, afirma.

La transición de Carlos a Sonia ha sido rápida. Primero fue la hormonación y luego vinieron las pruebas de psiquiatría y endocrinología en la Unidad de Género del Hospital de Cruces para obtener los certificados como paso previo al permiso de modificación del nombre y el sexo en el Registro Civil que contempla la Ley de Identidad de Género de 2007. “En mi caso todo ha ido con mucha facilidad. Pude aportar documentos que reflejaban mi vida como mujer; aporte reportajes; cartas publicadas en medios de comunicación firmados como Sonia; y testigos que confirmaron mi nueva identidad”, explica.

Con el fin de facilitar a los transexuales una documentación provisional hasta que a los dos años adquieren el derecho a cambiar de nombre y sexo, el Gobierno vasco tiene en marcha un proyecto de ley cuyo plazo para presentar enmiendas termina este viernes para dar paso a su negociación entre los grupos parlamentarios. “Se trata de un documento administrativo provisional para evitar esas zonas de sombra y vulnerabilidad que sufren los transexuales en un proceso de transición”, explica Miguel González, director de Inmigración y Gestión de la Diversidad.

Carlos Bañeza durante una ascensión en Pirineos.
Carlos Bañeza durante una ascensión en Pirineos.
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Sonia habla suave, despacio. Su voz es femenina. Ha tenido que aprender a respirar con el diafragma. Osakidetza le dirigió al logopeda para realizar un tratamiento y aprender a modular y entonar la voz. “Tenía claro que el cambio tenía que ser lo mejor posible”, reconoce.

En su furgoneta, con la que se desplaza de una obra a otra como pintora, hace meses que desapareció el rótulo con el nombre de Carlos. Pero reconoce que además de la crisis, los clientes llaman menos. “Ahora llevo unos meses sin trabajar, recuperándome de la última operación. Pero confío en que la gente me vea como un profesional”, señala. Ella sigue con su vida, con las amistades de antes y otras nuevas, escalando montañas y subiéndose a las motos de gran cilindrada, sus grandes pasiones.

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