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Pujol y Roca culpan a los catalanes de desechar el concierto en la transición

El expresidente y el exsecretario general de CDC evocan sus discrepancias partidistas Pujol presenta el último volumen de sus memorias, un acto que debió celebrado en febrero

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y el exsecretario general de CDC Miquel Roca han lamentaron el martes que la mayoría de los catalanes no quisieran ni exigieran un modelo de concierto económico durante la transición. En la presentación del tercer y último volumen de las memorias de Jordi Pujol, el expresidente catalán ha mantenido un diálogo con su viejo correligionario, en el que Roca ha recordado que en 1977 el pueblo catalán votó mayoritariamente a fuerzas "no nacionalistas" que se opusieron "firmemente" al concierto económico.

Pujol ha coincidido con Roca en que no pedir el concierto en ese proceso constituyente del nuevo periodo democrático "fue un error", si bien ha remarcado que eso se debió a que entonces las fuerzas predominantes en Cataluña eran PSC, PSUC y UCD. Sólo ERC y Convergència, ha recordado Pujol, defendían un modelo de financiación similar al vasco, pero apenas tenían representación.

Pujol ha reconocido que Convergència podría haberse "plantado" en la negociación del Estatut de Sau, vetar su aprobación a cualquier precio y esperar "quizá dos años, como planteaba Josep Tarradellas". El expresidente se ha mostrado muy crítico con ciertos círculos académicos e intelectuales en Cataluña, que en ese momento se dejaban llevar por las "modas" y desdeñaban el concierto por "reaccionario, medieval, insolidrio, no moderno".

"Aquí no hubo ideas claras", ha constatado Pujol, que ha insistido en la debilidad de Convergència tras las elecciones de 1977, cuando incluso figuras como Tarradellas y Antoni Gutiérrez Díaz le vaticinaron la "desapaición" de su partido. Por su parte, Roca ha advertido de que "España debe entender que no tiene salida de la crisis si no se recupera Cataluña, si Cataluña no recupera su liderazgo económico en el conjunto del Estado".

"Yo no soy tan optimista, tengo poca confianza de que lo entiendan, lo suyo es muy visceral", ha replicado Pujol. Ambos también han rememorado sus querellas sucesorias de los años noventa, que llevaron a Roca a dimitir como secretario general de CDC, unas discrepancias que hoy no han escondido. Pujol ha asegurado que a principios de los años noventa tenía claro que su relevo "natural" debía ser Roca, pero los "calendarios" políticos no ayudaron a acompasar sus intereses, ya que él se seguía viendo con cuerda suficiente para seguir unos años más en la primera línea política.

Roca ha dicho no sentir ningún "pesar" por aquel episodio y ha asegurado que su dimisión no se debió a la cuestión sucesoria sino a que sentía que "ya no podía aportar nada nuevo".

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