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Un derribo que "suena a música celestial"

La Justicia obliga a demoler parte de un supermercado de Moratalaz a petición de los vecinos Uno de los muros estaba construyéndose a 28 centímetros de otro edificio

Dos vecinos observan el derrumbe de un muro del supermercado.
Dos vecinos observan el derrumbe de un muro del supermercado.ULY MARTÍN

Molesto ruido de obras, de derrumbe de una pared a martillazos, que “suena a música celestial”. Es el milagro obrado por la Audiencia Provincial de Madrid, que ha obligado a derribar parte de un supermercado AhorraMás en obras a la altura del número 40 de Camino de los Vinateros, en el distrito de Moratalaz. Los jueces han ordenado la paralización de un muro a 29 centímetros de un balcón, así como de la cubierta de una zona de carga y descarga, si bien legitima la construcción de un núcleo de comunicaciones (ascensor). Estos lo toman como una victoria, aunque parcial, contra un proyecto con el que llevan mucho tiempo batallando, mientras la empresa Madrileña de Negocios S.A. rechaza pronunciarse.

Los vecinos del 1º C del número 56 de la calle del Arroyo de la Media Legua están entre los más felices con el cambio. Y tienen motivos. Su terraza da justo a la zona prevista para la carga y descarga en el edificio y el muro que les debía separar de la misma amenazaba con tapiar las ventanas de su salón. Quedaba a 29 centímetros del edificio, según recoge la sentencia de la Audiencia que, desestimando una anterior en primera instancia, les ha dado la razón suspendiendo esa edificación y otra para cubrir esa misma zona. Los albañiles ya trabajan en derrumbar esa pared provocando un ruido que a José Antonio y Rosa, el matrimonio propietario del piso, en el que reside con sus tres hijos, le suena a "música celestial".

El presidente de la comunidad de vecinos del edificio, José Antonio García, celebra la resolución judicial como una pequeña victoria, ya que considera la construcción del supermercado "una desvergüenza" y "un delito contra la ordenación del territorio". Según explica, el supermercado obtuvo su licencia en 2007 en base a un estudio de detalle "fraudulento" fechado en 2003, en opinión de los vecinos, porque en el mismo no aparecía el edificio en el que viven y cuya acta de recepción de obra (documento en que constructor y promotor sellan el final de la construcción) está fechada un año antes. En algunas ventanas los pisos lucen, por eso, carteles en los que se anuncian como "el edificio invisible".

Las obras del supermercado comenzaron en 2008 e inicialmente los vecinos no sabían qué se iba a construir. Una vez que observaron cómo la estructura crecía –en un terreno destinado, según la antigua regulación, a una plaza pública y construcción bajo rasante (subterránea)– comenzaron a movilizarse. Entonces toparon con una instalación de varias alturas y bastantes irregularidades.

Una batalla judicial inconclusa

Los dos edificios colindantes, el "invisible" y el del número 40 de Camino de Vinateros –una avenida principal de varios carriles donde está prevista la entrada principal del supermercado, aunque este tiene como dirección oficial una vía secundaria trasera–, iniciaron sendas batallas judiciales. Solicitaron, por un lado, la paralización de las partes de las obras que consideran ilegales y, al tiempo, denunciaron por lo penal a los seis responsables de conceder la licencia.

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En cuanto a las obras, sus demandas fueron rechazadas en primera instancia y ahora se ha estimado en parte el recurso de Arroyo de la Media Legua, mientras que el de Camino de Vinateros, 40, que denuncia que el nuevo edificio se ha adosado al suyo, está pendiente de resolución. La demanda penal ha sido archivada. Pero los vecinos no se desaniman y anuncian su intención de presentar conjuntamente un juicio declarativo (siguiente paso judicial a su alcance, según detallan). "Estamos contentos con la decisión judicial porque ya no van a hacer lo que ellos quieran, en una construcción que es ilegal desde el principio", manifiesta Luis Fernández-Peinado, presidente de la comunidad de Vinateros, 40.

El Ayuntamiento no se ha pronunciado sobre este asunto, pese a la petición de este diario. En una carta a los vecinos, declaran que la obra se está ajustando a la licencia y que se está tramitando una modificación de la misma, para "ajustar algunos niveles de plataformas (a la baja) y la posición de determinados elementos para no interferir en los edificios colindantes". También avanzan que la empresa ha planteado sustituir por una barandilla el muro que acomete la fachada del edificio de Arroyo de la Media Legua y eliminar la zona de carga y descarga planteada en esa zona, trasladándola al interior del aparcamiento. Los vecinos consideran que simplemente se trata del cumplimiento de las resoluciones judiciales y por eso mantienen todas sus esperanzas sobre este asunto en los tribunales.

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