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Las empresas de comedor escolar no han cobrado en todo el curso

El Consell confía en empezar a pagar en mayo tras la emisión de ‘hispabonos’ y asegura que está entre las "prioridades" de tesorería

La consejera de Educación, María José Catalá, con el consejero de Sanidad, Luis Rosado.
La consejera de Educación, María José Catalá, con el consejero de Sanidad, Luis Rosado. JORDI VICENT

Las empresas que suministran el comedor escolar no han cobrado en todo el curso. A un mes de que acabe el servicio el 31 de mayo, la Consejería de Educación confía en que parte de la deuda se comience a pagar “a finales de abril o principios de mayo”. Como las subvenciones no quedan amparadas dentro del plan de pago a proveedores del Instituto de Crédito Oficial (ICO), la opción pasa por esperar a que el Gobierno central autorice la emisión de hispabonos, entre mayo y junio, para que la Generalitat pueda emitir deuda con el aval del Estado y comenzar a pagar a proveedores, según confirman fuentes del Gobierno valenciano. “Esta es una prioridad de pago de tesorería del Consell”, puntualizan.

El comedor escolar es un servicio que utilizan 165.000 niños durante 146 días al año en 923 centros escolares públicos. La Consejería de Educación financia tres partidas: 1,45 euros por comensal y día; otros 3,94 por niño becado y una tercera partida para niños desplazados en transporte escolar. En conjunto, según Educación, la factura por curso en becas y ayudas de comedor asciende a 82,1 millones.

Empresas valencianas de pequeño mediano tamaño relatan a EL PAÍS la situación de “ahogo total” a la que están sometidas por esta “elevada deuda”, que oscila —según el tamaño y la cantidad de menús que suministran al día— entre los 100.000 y los 500.000 euros, hasta superar incluso los 1,5 millones.

Eran empresas familiares

“No hemos cobrado nada desde octubre y el curso finaliza en mayo”, confirman empresas que suministran el servicio de comedor escolar en colegios públicos. “En efecto”, admite la consejería que confía en comenzar a pagar en mayo.

La mayoría de empresas que facturan por el servicio de comedor son empresas familiares, que estaban “saneadas” y que con la crisis de tesorería de la Generalitat están empezando a tener que “dejar de pagar a sus empleados” para poder mantener el suministro escolar y seguir pagando los correspondientes impuestos y seguros para no perder el concierto. Hay casos ya de empresas al borde de la suspensión de pagos.

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Los más acuciantes son los de empresas que, bien por la zona en la que operan o por el tipo de colegios al que suministran, tienen mayor número de niños becados. En estos casos, el colegio no tiene ningún remanente para poder adelantar los pagos que la Generalitat no hace.

“En la concertada no existe este problema, pero en la red pública, las empresas sirven a todo tipo de colegios”, explica otro empresario. “En los barrios o colegios de Acción Preferente, donde viven familias sin recursos, o en el caso de los colegios de educación especial (donde todos los alumnos son beneficiarios de la beca de transporte y comedor), ningún niño paga el servicio de comedor escolar”, describe.

En otros colegios donde el número de becados oscila entre el 20% y el 50% del alumnado y el resto de los niños pagan religiosamente, los centros tienen un “remanente” para ir adelantando el dinero para que las empresas puedan ir haciendo frente a la deuda del Consell y puedan garantizar la continuidad y calidad del servicio. “Los monitores del comedor escolar se están pagando en los últimos meses gracias a esos remanentes”, confirman los directores de colegio.

Multinacionales, operadas

En este escenario, las multinacionales se posicionan para quedarse con las contratas de colegios e, incluso, ofrecen comprar la deuda a las empresas con menos solvencia financiera, insisten las fuentes consultadas. “Si una empresa cae, las multinacionales se quedan con el servicio”, apuntan.

De hecho, de cara al plan de la Generalitat de centralizar servicios, multinacionales —con sede fuera de la Comunidad Valenciana— que operan en el sector sanitario están apostando por la instalación de una cocina central, con la que poder suministrar a todos los hospitales con los que tenga concierto. “La Administración necesita bajar el coste del servicio de la pensión completa diaria, si una multinacional centraliza el servicio y sirve comida transportada desde su instalación central, puede derivar en el cierre del 50% de las cocinas que operan en hospitales”, advierten fuentes conocedoras del sector.

A cambio de reducir la factura por servicio hospitalario las multinacionales, cuyo accionariado principal son fondos de inversión, se benefician del retraso de la Generalitat a la hora de pagar. El pago a proveedores, según la reformada Ley de Contratos, vence a los 30 días de suministrar el servicio (antes era a 60 días) como ha recordado recientemente el Síndic de Greuges, en respuesta a una queja de una empresa de material de oficina que interpuso un recurso.

“Las multinaciones, sin embargo, pueden cobrar a año vencido, a intereses mensuales de hasta el 7%. El fondo de inversión adelanta el dinero y se beneficia de la deuda de la Generalitat con el cobro de elevados intereses”. La Generalitat confirma que “en los hospitales de Alicante ya se hace. Hay una cocina centralizada que abastece, mediante un contrato, para optimizar recursos”.

Hacia la central de compras única

La Consejería de Educación, de momento, no modificará la orden de comedores escolares para el próximo curso, pese a que se plantea cambios en la adjudicación del servicio que ahora se selecciona a propuesta de los consejos escolares, según confirman fuentes oficiales. Pero sí prepara un decreto para centralizar las compras de los 1.400 centros públicos del sistema educativo valenciano.

Según la consejera María José Catalá, la puesta en funcionamiento el próximo curso de una central de compras —que gestionará la contratación y el pago de los suministros (luz, agua, teléfono o gas)— permitirá a los equipos directivos tener más tiempo para ocuparse de sus tareas propias, las pedagógicas.

En el decreto de Educación, la central de compras aparece ya vinculada a la Central de Compras de la Generalitat anunciada el 20 de enero por el vicepresidente del Consell, José Ciscar. Por el contrario, la Consejería de Sanidad será la única que mantendrá su propia central de compras, en funcionamiento desde hace una década, por la especificidad de los materiales sanitarios y farmacológicos que adquiere.

Ciscar explicó que, en un cálculo conservador, la Generalitat prevé un ahorro del gasto en suministros y servicios del 15% respecto al consumo actual. Es decir, cuando la central de compras esté plenamente en funcionamiento el ahorro será de 88,6 millones de euros.

El gasto anual del Consell en servicios y suministros asciende en la actualidad a 590,9 millones. Esto incluye la seguridad de las consejerías, la telefonía, el suministro energético o el material fungible. A esta central tendrán que adherirse obligatoriamente todas las consejerías, empresas y organismos autónomos de la Generalitat y, de forma voluntaria, las universidades y los Ayuntamientos.

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