_
_
_
_
_

Premiados al rescate del Centro Príncipe Felipe

Científicos e investigadores, entre ellos premios Nobel y Jaime I, acuerdan integrarse en el consejo

El profesor Santiago Grisolía entre los consejeros María José Catalá y Luis Rosado.
El profesor Santiago Grisolía entre los consejeros María José Catalá y Luis Rosado.JORDI VICENT

El intento por reflotar el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), destinado en 2004 a ser el centro de referencia de la genómica, continúa. Científicos e investigadores de primer nivel, entre los que figuran premios Nobel y Jaime I incorporados al Alto Consejo Consultivo de I+D de la Generalitat, acordaron ayer integrarse en el consejo asesor del fallido buque insignia de la biomedicina valenciana, en su nueva etapa de captación de fondos privados, anunciada el martes por la Consejería de Sanidad.

El encargado de elegir a los premiados que se incorporen al consejo del CIPF será el vicepresidente de la Fundación Premios Rey Jaime I, Santiago Grisolía. El científico, a su vez, marcará el contenido del consejo asesor. “Probablemente se incorporarán algunos de los premios Nobel que vienen con frecuencia a la Comunidad Valenciana, dado que el profesor Grisolía tiene una magnífica relación con algunos de ellos”, señaló el consejero de Sanidad, Luis Rosado.

Este empujón de notoriedad no tiene coste alguno para la Generalitat. “No cuesta dinero, pero es un elemento de prestigio”, aclaró Rosado, que preside el patronato del Centro Príncipe Felipe, al término de una reunión de las comisiones de investigación básica, médica y de nuevas tecnologías del Alto Consejo. Una reunión, en la que investigadores como Carlos Simón, el que fuera director científico del CIPF hasta septiembre pasado cuando Sanidad despidió a 113 de los 224 investigadores de la casa, han advertido del riesgo de “fuga de cerebros” ante los recortes anunciados en la ciencia por el Gobierno.

Simón, que en la actualidad dirige el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), ha hecho hincapié en el riesgo de que España y la Comunidad Valenciana se queden “aislados del devenir científico que es fundamental para que sea globalizado”.

“Si no salimos al mercado, entonces tampoco cerebros de otros países podrán venir aquí”. Los recortes, añadió, “van a retrasar la investigación” en un país como “España que históricamente no ha apostado por la ciencia y, mucho menos en tiempos de vacas flacas”.

Esta situación puede degenerar “en la pérdida de una o dos generaciones de científicos”, apostilló Carlos Marín, del Instituto de Neurociencias de Alicante. Marín puso el énfasis en que “a medida que se jubilen investigadores, no seremos capaces de reponerlos” y esto se notará “dentro de 10 o 15 años”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Muy crítico con los problemas que atraviesa el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), que se encuentra con una plantilla cada vez más envejecida y sin posibilidad de contratar doctores, se mostró Luis Navarro, premio Rey Jaime I en 2004. “Las circunstancias económicas y el reconocimiento exterior tanto nacional como internacional llevan al IVIA a convertirse en un centro de excelencia científica que peligra”, alertó Navarro.

Navarro se refirió a la imposibilidad de consolidar los cerebros rescatados a través del programa nacional Ramón y Cajal, que también está en riesgo, lo que impide consolidar a los científicos incorporados al IVIA.

Los miembros de las tres comisiones reunidas insistieron en la necesidad de aportar fondos para rescatar al IVIA y mantener su excelencia: “Hay que preservar a los jóvenes más brillantes, para que crezcan como científicos y aseguren cosechas futuras”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_