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Justicia apoya que los notarios gestionen bodas y divorcios

El decano César Belda habla con el consejero de crear nuevas instituciones de mediación y arbitraje

El consejero de Justicia, Jorge Cabré, y el decano del Colegio Notarial de Valencia, César Belda, coincidieron ayer en la idoneidad de que los notarios puedan celebrar matrimonios y gestionar divorcios, tal y como propuso hace poco el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Cabré y Belda se reunieron ayer para tratar nuevas fórmulas de participación de los notarios en temas relacionados con la justicia, en unos tiempos de crisis que asfixian a las Administraciones pero que también han reducido notablemente las ganancias de los fedatarios tras unos años de bonanza a causa del boom inmobiliario.

Así, consejero y decano hablaron ayer, según explicaron a los medios al término de la reunión, del impulso y desarrollo de fórmulas para crear nuevas instituciones de mediación y arbitraje, como alternativa a la vía judicial. También hablaron de las conocidas como voluntades vitales anticipadas y de la aplicación de nuevas tecnologías para remitir documentos en formato digital que permitan agilizar los trámites administrativos.

El ministro Alberto Ruiz-Gallardón propuso la ayuda de los notarios para desatascar la Justicia

Preguntado por la posibilidad de que los notarios celebren bodas, Cabré se mostró partidario, en la medida en que descarguen de trabajo a los juzgados, en línea con lo argumentado en febrero por el ministro. “Lo que quite, bien quitado estará”, afirmó el consejero, en referencia a que los fedatarios “pueden aportar mucho”. Sin embargo, la nueva ley 20/2011 del Registro Civil, que entrará en vigor en julio de 2014, ya sustrae de los jueces y los fiscales el control de los matrimonios, que quedan a cargo de alcaldes y concejales. Por lo que la participación de los notarios no desatascará los juzgados.

Belda, por su parte, negó que su participación encarezca las bodas. Y aseguró que su experiencia puede ser valiosa: “El matrimonio no es otorgar el sí para contraerlo, sino que es un contrato en que entran los estatutos personales y se implican inmuebles o relaciones jurídicas complicadas”.

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