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Condena de siete años por abusar de una menor de edad hija de su pareja

El Tribunal Supremo ha confirmado el pago de una indemnización de 30.000 euros

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de siete años y un día de cárcel, además del pago de una indemnización de 30.000 euros, a un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija menor de edad de su pareja, quien "accedía a las pretensiones del imputado ante el temor que le inspiraban las continuas conminaciones que le profería", según se señala en el auto.

La sala de lo penal del Supremo considera probado que el acusado, aprovechando la relación que tenía con la víctima y “guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos”, se dirigía por las noches al dormitorio de la menor de edad (...). Al hilo, asevera que "no constan móviles espurios", ya que "consta una buena relación" entre el acusado y la denunciante, todo ello "sin que se aprecie que la víctima intentara obtener beneficio con su actuación o que tuviera móvil de venganza alguno", mientras que la versión de la menor "resulta corroborada" por la declaración de su madre.

Así, la madre de la menor "no solo cree la versión de su hija, sino que al hablar de lo sucedido con el acusado, este le reconoce que se había echado en la cama con la menor, abrazándola y acariciándola, pero sin maldad".

Además, la versión de la menor "se ve apoyada" por los distintos informes psicológicos que dan crédito al testimonio de la misma, a lo que se suma que la víctima "ha mantenido una misma versión de los hechos, sin mostrar dudas al respecto en lo esencial e inalterable, ofreciendo detalles colaterales y narrando anécdotas que vienen a confirmar la veracidad de la imputación" realizada al procesado.

El condenado había recurrido la sentencia al entender, además, que no había relación entre los daños causados a la víctima y la agresión sexual, pero el Supremo considera que ha existido en la menor "una situación de terror, ansiedad, angustia y grave impacto emotivo por la actitud agresiva" del imputado, lo que le provocó un trastorno por estrés traumático que ha precisado de tratamiento psicológico.

Por ello, confirma la condena de siete años y un día de cárcel al acusado por un delito continuado de agresión sexual, así como el pago de 30.000 euros por los daños morales causados a la menor, a la que no podrá aproximarse a menos de 300 metros en un periodo de cinco años.

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