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Un tercio de las uniones en Barcelona son entre extranjeros y nacionales

Los chinos desplazan a los ecuatorianos del tercer lugar de extranjeros en la capital catalana

Camilo S. Baquero

Los años de grandes inmigraciones han llegado a su final. Así lo demuestran las cifras del padrón municipal publicadas este miércoles por el Ayuntamiento de Barcelona. La capital catalana tiene empadronados, a fecha de 1 de enero de este 2012, un total de 282.178 extranjeros. Se trata del 1,4% más que la misma fecha que 2011 (3.853 residentes más). Sin embargo, desde 2010, 12.740 extranjeros han dejado de figurar en el padrón municipal. La ciudad sigue el mismo patrón que Cataluña y el resto del Estado.

“A pesar de la crisis la gente no se va, pero tampoco viene”, ha asegurado el comisionado para la inmigración, Miquel Esteve (CiU), quien también aclaró que la nueva realidad migratoria implicará cambiar el paradigma: reordenar las ayudas hacia el arraigo, quitando peso a la acogida. El comisionado también ha explicado que se han reducido las solicitudes de reagrupación familiar y del Servicio de Atención al Inmigrante y Extranjero Refugiado (Saier).

Esteve también destacó el aumento exponencial en los matrimonios entre extranjeros y nacionales en Barcelona, que ahora alcanzan un tercio del total de los que aparecen inscritos en el Registro Civil de la capital catalana. Actualmente representan el 31,1% de las uniones, mientras que en 2004 solo equivalían al 19%.

En cuanto a procedencia de los vecinos, lo más destacado es que los chinos se colocan en tercer lugar (15.874) desbancando a los ecuatorianos. Por segundo año consecutivo los paquistaníes están en primer lugar (23.281 personas), seguidos de los italianos –22.909 en total, la mayoría argentinos de ascendencia italiana-. El cuadro lo completan los ecuatorianos (15.511), un colectivo que pierde más de 2.000 empadronados.

El Eixample es el distrito donde se concentran más extranjeros, seguido de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Sant Martí. En los últimos 10 años Ciutat Vella ha reducido su peso global en la inmigración de la capital catalana, pasando del 21% en 2001 al 15% este año. Según Esteve, esto también responde a un cambio de paradigma. “Antes la gente llegaba adonde tenía un conocido o una gran presencia de su comunidad, ahora, con más conocimiento de la ciudad, han decidido desplazarse a otros sitios con pisos más baratos”, ha explicado.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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