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Los ‘aguirristas’ instan a resolver rápido su recurso para evitar el “deterioro” interno

Los afines al nuevo líder del PNV alavés reflejan su “cabreo” con varias denuncias

Agirre, a la derecha, durante la primera reunión de la nueva ejecutiva alavesa.
Agirre, a la derecha, durante la primera reunión de la nueva ejecutiva alavesa.L. RICO

Marejada en el PNV alavés, con alerta incluso de fuerte marejada. Los afines al recién elegido líder territorial, Xabier Agirre, emplazaron ayer a los tribunales orgánicos de la formación nacionalista a resolver “con urgencia” su impugnación de la nueva ejecutiva designada el sábado, en la que nueve de los 14 integrantes forman parte del sector crítico, para evitar que la evidente crisis interna desemboque en un irremediable “deterioro” del partido. “Esperamos que la decisión no se demore más allá de un par de días”, confió un destacado aguirrista.

Hasta que la comisión de garantías y control del PNV adopte una decisión, sobre cuya posible fecha no se dieron ayer pistas, la dirección territorial intentará funcionar con normalidad, con sus nuevos integrantes. Pero la mayoría afín a Iñaki Gerenabarrena supone una amenaza para la gestión de Agirre. Por eso, los partidarios de este confían en una rápida decisión de los tribunales internos que permita repetir las votaciones, para adaptar la configuración de la ejecutiva alavesa al deseo de las bases.

El sábado, los representantes de algunas juntas municipales no respetaron el mandato de voto de sus respectivas militancias en la primera vuelta de las votaciones para cada cargo, como es preceptivo. Según los aguirristas, varios apoderados afines a Gerenabarrena negaron su apoyo a Agirre, lo que desvirtuó la configuración de su equipo. Según sus cálculos, al sector crítico no le corrresponderían más de “tres o cuatro” dirigentes, frente a los nueve logrados. El propio líder territorial reconoció el lunes que no cuenta con la dirección deseada. Por eso, varios afiliados afines, a título individual, han reflejado su “cabreo” por lo ocurrido con la presentación de varias denuncias a través de los órganos internos.

La nueva ejecutiva territorial celebró ayer en Vitoria su primer encuentro

La falta de concordancia entre los afiliados y sus representantes se remonta a la elección de estos últimos en las respectivas asambleas municipales, cuando Gerenabarrena era todavía el presidente del PNV alavés y no había perdido aún el apoyo mayoritario de la militancia. En consecuencia, de su sector salieron un buen número de apoderados, que mantienen su función a día de hoy, pese al vuelco que se ha producido entre las bases de algunos batzokis.

Desde el sector de Agirre perciben una actuación “orquestada” por parte de militantes a los que “les importa muy poco el partido”. Según aseguran, el mismo sábado, antes de las votaciones previstas en la asamblea territorial, hubo una oferta por parte de los afines a Gerenabarrena para tratar de consensuar un reparto de la ejecutiva. El ofrecimiento, sin embargo, fue rechazado por los partidarios del ahora presidente, que apostaban por una distribución de cargos proporcional al voto de la militancia. “No había nada que negociar”, sostienen.

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A la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos, la nueva ejecutiva territorial celebró ayer en Vitoria su primera reunión bajo la presidencia de Agirre. Aunque precedido por la tensión, el encuentro sirvió como presentación para los recién incorporados, así como para trasladar los temas abordados el lunes en la dirección nacional. Más allá de la confrontación interna, la celebración del Aberri Eguna y la elección del candidato peneuvista a lehendakari marcarán la agenda del partido en las próximas semanas.

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