_
_
_
_
_

Mas asume como objetivo político la independencia de Cataluña

La militancia fuerza la apuesta soberanista sin romper, por ahora, con el PP

La cúpula de Convergència en un momento del congreso.
La cúpula de Convergència en un momento del congreso.JOSEP LLUÍS SELLART

Convergència Democràtica de Catalunya optó ayer por un ejercicio de abstracción a medio y largo plazo y, olvidando que depende del Partido Popular para gobernar la Generalitat, se fijó como objetivo político la consecución de la independencia de Cataluña. El decimosexto congreso de la formación, que hoy se clausura, acabó con los eufemismos que siempre han rodeado los objetivos políticos del partido y decidió luchar por un “Estado propio” para Cataluña. El tímido intento de Artur Mas para enfriar la euforia soberanista sirvió de poco y la militancia empujó al presidente de la Generalitat a asumir sin tapujos la reivindicación independentista. El congreso de CDC que se celebra en Reus (Baix Camp) aprobó varias enmiendas de los sectores más soberanistas que descartan la vía autonomista: “Queremos legar al porvenir una Cataluña libre, justa e independiente que ocupe un espacio propio en el mundo del siglo XXI”, reza el texto aprobado.

El objetivo político de fondo no dista tanto de las conclusiones de anteriores congresos de Convergència, cuando el partido ya había apostado por conseguir la “plena soberanía”. Sin embargo, el partido sube ahora un grado su reivindicación coincidiendo con el ascenso a la secretaría general de CDC de Oriol Pujol, hijo del expresidente Jordi Pujol y que representa al sector más soberanista. Artur Mas seguirá liderando la formación desde la presidencia de la Generalitat y del partido, pero será Pujol quien se encargue de dirigir el rumbo de Convergència.

No hay ‘hoja de ruta’. El pacto fiscal sigue siendo el objetivo

La nueva hornada de dirigentes nacionalistas entiende que el recorte del Estatuto catalán por parte del Tribunal Constitucional y la recentralización que en su opinión han impulsado el PSOE y el PP no dejan a Cataluña otra opción que asomarse a la independencia. A partir de aquí, Convergència debe centrarse, según sus dirigentes en convencer de ello a la gran mayoría de los catalanes. “Es en el despliegue de esta idea que Convergència tiene que destinar sus esfuerzos, que tiene que promover el debate en el seno de la sociedad para construir el Estado propio que nos garantice la pervivencia como nación y la viabilidad como sociedad hoy amenazadas”.

La obsesión del partido pasa por caminar hacia ese Estado propio sin perder el apoyo ciudadano del que han gozado hasta ahora. Por ello, Mas ha intentado rebajar la euforia independentista que rezumaba entre la militancia, para evitar que de las ponencias salieran apuestas aún más maximalistas que la finalmente aprobada. En ese sentido, se ha evitado poner ninguna fecha de ruptura ni una hoja de ruta determinada. El pacto fiscal continúa siendo el objetivo a medio plazo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pese a la ambición de la apuesta soberanista y por difícil que pueda parecer, todos en la dirección de CiU siguen apostando por mantener los pactos con el Partido Popular a corto plazo. En las Cortes, CiU es el socio del Gobierno del PP para culminar la reforma laboral y todo apunta a que los nacionalistas catalanes también votarán los presupuestos. En Barcelona el PP ayuda día sí día también a una CiU sin mayoría absoluta. Y nada cambiará, según fuentes nacionalistas, mientras se negocie el pacto fiscal, algo que la dirección del partido entiende que ocurrirá durante el próximo año. Esta dependencia y el hecho de que Mas llegara a la Generalitat apoyado por un amplio sector del catalanismo moderado hicieron que el presidente de la Generalitat intentara frenar la apuesta soberanista: “Convergència debe ser el partido de la gran mayoría de los catalanes, no una formación al servicio de determinadas minorías". Con todo, difícilmente puede hablarse de que las bases convergentes hayan desbordado a Mas, ya que si han logrado sus objetivos ha sido espoleadas por casi todo el núcleo dirigente que rodea al presidente de la Generalitat. Por eso, Mas, lejos de mostrarse contrariado, acabó admitiendo públicamente que aspira a que Cataluña pueda regir sus destinos “de una manera propia”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_