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Puig propugna pasar página para superar la mala imagen valenciana

Jóvenes alcaldes y portavoces socialistas piden al candidato que no fomente la división interna

Ximo Puig, en el centro, con Vicent Soler, Carmelina Pla, Zulima Pérez y Francesc Signes.
Ximo Puig, en el centro, con Vicent Soler, Carmelina Pla, Zulima Pérez y Francesc Signes. TANIA CASTRO

Además de recuperar la “visibilidad perdida en España y en Europa”, de la que habló el decano de la Facultad de Economía de Valencia, Vicent Soler, Ximo Puig, alcalde de Morella, diputado en el Congreso y uno de los cuatro aspirantes a la secretaría general del PSPV-PSOE en el congreso de los días 30 de marzo al 1 de abril, se refirió este jueves a la mala imagen de los valencianos por el despilfarro y la corrupción, que consideró injusta para los ciudadanos de esta tierra. En la presentación del Manifest per una socialdemocràcia valencianista, Puig reiteró su idea de “reiniciar la Comunidad Valenciana” y afirmó que “hay que pasar página lo más rápidamente posible en una historia negra de nuestra sociedad”.

A las preguntas de cómo es posible “pasar página rápidamente” con las cuentas públicas en la ruina y los casos de corrupción en los tribunales y de hasta qué punto coincide su opinión con ciertos manifiestos o campañas de periódicos, Puig respondió que apuesta por “unir el partido para unir el país” e identificó la idea de pasar página con la de una victoria de la izquierda en las próximas elecciones para “abrir en 2015 una nueva etapa”.

Puig pretende “unir el

El manifiesto valencianista, con el que Puig busca evidenciar la desatención que su rival, el actual secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, haya podido tener hacia las reivindicaciones de la intelectualidad de orientación valencianista, fue presentado, en un acto en la Societat Coral El Micalet al que asistieron figuras como el exdiputado Emèrit Bono o el exsecretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, por el diputado Francesc Signes, junto a Vicent Soler, Carmelina Pla y Zulima Pérez. Firmado por unas 200 personas, propugna “una financiación autonómica por encima de la media, el incremento del uso del valenciano hasta alcanzar el “equilingüismo”, la apertura del partido a la sociedad, la radicalidad en la ética y la transparencia, la recuperación del trabajo en las comarcas, la reivindicación del “agua para todos y para siempre” con criterios sostenibles y la reivindicación de “infraestructuras geoestratégicas” como el corredor mediterráneo.

Puig se reunió después a comer con los miembros de la plataforma @una, de jóvenes alcaldes y concejales socialistas, dentro de una ronda por la que ya ha pasado Manuel Mata y pasarán en los próximos días Jorge Alarte y Francesc Romeu, los otros candidatos de cara al congreso del PSPV-PSOE. Según el comunicado de la plataforma, el alcalde de Faura y portavoz socialista en la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, planteó a Puig el deseo de este colectivo, que reúne a sus propios delegados de cara al congreso, de “una colaboración real para recomponer la organización del partido, acabar con los personalismos de siempre y mirar al futuro”. Según la plataforma, “trabajar todos juntos desde la unidad es la única manera de que el PSPV-PSOE vuelva a ser útil, solvente y esté capacitado para salir de la crisis interna”.

Desconfianza ante el posible regreso del aparato lermista al PSPV-PSOE
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Acompañado por Ana Barceló, José Manuel Orengo y Miquel Soler como miembros de su equipo, Ximo Puig escuchó de los asistentes, —entre los que se encontraban el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, el portavoz de Cullera, Jordi Mayor, el portavoz de Torrent, Andrés Campos, el alcalde de Titaguas, Ramiro Rivera, o el portavoz de Paterna, Juan Antonio Sagredo—, algunas críticas. Las más significativas, según fuentes de la reunión, se refirieron a la falta de credibilidad de su discurso de integración cuando en las agrupaciones que controlan los suyos “han pasado a cuchillo a los otros”, según la expresiva imagen de uno de los asistentes. Le reclamaron también que explique cuál es el equipo que propone, dadas las reticencias a que vuelva el viejo aparato del lermismo a controlar el partido.

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