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Crece el uso de las bibliotecas públicas

La red de la Diputación de Barcelona recibió 18,8 millones de visitas en 2011

Los ciudadanos utilizan cada vez más la red de bibliotecas de la Diputación de Barcelona. La asistencia presencial a las 208 bibliotecas que forman la red, que da servicio a 237 municipios (134 con biblioteca y 103 con bibliobús), aumentó el año pasado el 5,27%. El número de visitas fue en 2011 de 18,8 millones, frente a las 17,8 de 2010, sin contar los 8,8 millones de visitas virtuales. A 31 de diciembre, 2,3 millones de ciudadanos tenían carnet de la red. También aumentó el número de préstamos de documentos (el 2,92%) y el de actividades, que alcanzó la cifra de 34.332, entre talleres, clubes de lectura, conferencias y cursos, que convocaron a 700.000 personas.

Las cifras las presentaron ayer Ferran Civil, vicepresidente de la Diputación, y la diputada de Cultura, Montse Querol, quienes, pese a la crisis, anunciaron que la red seguirá creciendo —está previsto que este año se inauguren 10 equipamientos—, así como la inversión. En 2011 la Diputación invirtió 35 millones de euros en sus bibliotecas, lo que supone 6,38 euros por habitante; se inauguraron ocho y hubo nueve traslados, ampliaciones y mejoras, que en total costaron 11,1 millones de euros. “En un momento de restricciones económicas, invertir en bibliotecas es invertir en aprendizaje y cohesión social”, dijo Civil, que recordó que la biblioteca pública “es un servicio que acompaña toda la vida, ya que el 70% de los usuarios son adultos”.

Según Civil, el aumento de la actividad en la red de bibliotecas, especialmente respecto al número de préstamos, tiene que ver con la crisis, que, en su opinión, hace que se compren menos libros.

El gasto corriente para el funcionamiento de esta red de 208 bibliotecas y 9 bibliobuses, que dan servicio a los municipios más pequeños, asciende a 81 millones de euros, que se reparten entre la Diputación (35 millones), los Ayuntamientos (43 millones) y el resto de las Administraciones (tres millones). El fondo documental ha crecido un 7,3% y se sitúa en 8,8 millones de documentos. Pese a las dificultades económicas, se mantendrá la dotación destinada a la adquisición de libros y otros documentos, según anunció el gerente del servicio de bibliotecas, Jordi Permanyer, aunque no concretó la cifra.

Las bibliotecas, recordó la diputada Querol, ya no son solo un lugar para leer y prestar libros, sino también un “importante punto de encuentro de la comunidad” y están destinadas a asumir nuevos usos, como dar servicio alternativo a familias que ya no tienen Internet u ordenadores en casa.

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