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Los vecinos protestan por la creciente suciedad de las calles debido a los recortes

Valencia reduce seis millones el presupuesto de limpieza y Alicante, cinco Asociaciones de vecinos impulsan campañas para mejorar la salubridad de las calles

Basura en torno a unos contenedores en una calle de Valencia.
Basura en torno a unos contenedores en una calle de Valencia.JORDI VICENT

La asfixia financiera que sufren los Ayuntamientos ha llegado también a pie de calle. Literalmente. Los servicios de limpieza y recogida de residuos de las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana han recortado sus presupuestos o están en ello, dejando la casa a medio barrer. Dicho de otra forma: el recorte presupuestario se ha traducido en una reducción de los servicios de limpieza y recogida, sobre todo en determinadas barriadas, en un ambiente de creciente malestar vecinal.

En Valencia el presupuesto para limpiar la vía pública ha bajado este año en seis millones, en Alicante la pretensión es ahorrar cinco, en Castellón el descenso oscila entre el 15% y el 20% y en Benidorm el ahorro ya en 2011 en este concepto superó los tres millones de euros, y el contrato se está renegociando a la baja. “Hacer lo mismo que hacían antes por menos precio no lo hace ni esta empresa de limpieza ni ninguna otra”, remarca el presidente de la asociación de vecinos de El Pla de Alicante, Basilio García.

Las quejas ya son generalizadas en la mayoría de distritos de Valencia, la ciudad donde más se ha escenificado el enfado vecinal. Y los números corroboran el recorte. El presupuesto que el Gobierno de la popular Rita Barberá dedica este año a limpiar la vía pública apenas llega a los 54 millones mientras en 2011 fue de 60 millones y hace unos cuatro años rondaba los 70 millones. Las propuestas de las tres contratas que se ocupan de la limpieza —FCC, SAV y Secopsa— calcularon para 2012 que los servicios necesarios requerían de un gasto próximo a 78 millones. La socialista Isabel Dolz ha puesto incluso en duda que el presupuesto de 2011 se haya gastado en pagar la limpieza. Unos 21 millones fueron, asegura, a abonar facturas de otros años.

“Hacer lo mismo que hacían antes por menos precio no lo hace ni esta empresa de limpieza ni ninguna otra"

Los periodos críticos con los recortes son las vacaciones. El pasado verano, la suciedad en distintas calles y solares causó indignación en algunos barrios. Después de Reyes, vecinos de El Cabanyal protagonizaron una acción simbólica, sacando sus escobas para limpiar las calles. Se ha suprimido el baldeo de la vía pública salvo en zonas de ocio como Ciutat Vella o los espacios donde se concentra el botellón. Hace tres o cuatro años había baldeos en la mayoría de barrios cada 15 días, asegura la edil de EU, Rosa Albert. “De un año a otro se han recortado seis millones de euros y las concesionarias han tenido que ajustar plantilla”, apostilla. La consecuencia es menos gente barriendo y, como tampoco es una ciudad donde llueve, la suciedad es más apreciable. Valencia cuenta, además, con mucho arbolado y los servicios de jardinería tampoco dan abasto con la poda que se precisa.

Un vecino de El Cabanyal, en Valencia, barre la calle.
Un vecino de El Cabanyal, en Valencia, barre la calle.
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José Antonio Barba, responsable de la comisión encargada de la limpieza en la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, reconoce los problemas de suciedad. La organización reunió a 32 de sus asociaciones con el entonces edil responsable de la limpieza, Ramón Isidro Sanchis para exponerle sus quejas y éste respondió que es lo que había. El dirigente vecinal añade, no obstante, que los ciudadanos deberían revisar sus rutinas y contribuir a tener una ciudad más limpia. Y cuando se le ha preguntado a Barberá por el problema, ha respondido sin empacho que el Consistorio dedica un millón de euros semanales a la limpieza y que ese presupuesto debería de ser suficiente. Ha pedido más esfuerzo a las contratas.

El llamamiento a un mayor civismo se repite en Alicante. Y es que aunque el problema es previo a la crisis y nada tiene que ver con ella, el incivismo ahora se nota más. “Alicante está sucia”, lamenta Gabriel Moreno, portavoz adjunto socialista en el Ayuntamiento. El edil critica además, que la ciudad se ha gastado en limpieza “por encima” de lo que otras, “obteniendo resultados inferiores”. “La limpieza es una asignatura pendiente de Alicante. Hace falta mayor concienciación ciudadana pero la empresa concesionaria deja bastante que desear”, asegura el portavoz de EU en el Ayuntamiento de Alicante, Miguel Ángel Pavón.

En Alicante los recortes llegan en el año en el que termina la concesión de este servicio, lo que lleva al PSPV y a EU a reclamar el rescate del contrato. La concesionaria de limpieza y recogida de residuos de Alicante (Inusa) tiene que ahorrar casi cinco millones. Inusa detalla sus recortes: hay 18 de las 132 rutas afectadas (cuya frecuencia de barrido ha bajado) y que se centran principalmente a las zonas de la ciudad menos frecuentadas y menos pobladas, se ha eliminado un camión de recogida selectiva, el ecopunto que rotaba cada semana por los barrios ahora los visita cada 15 días, los dos turnos de repaso diario del centro han bajado a la mitad y se han eliminado dos barredoras mecanizadas.

La Voz de La Florida anunció en febrero una campaña de denuncia para lograr un barrio limpio

Tanto el PSPV como EU han recibido quejas ciudadanas: papeleras llenas mucho tiempo, falta de bolsas para excrementos, de contenedores de recogida selectiva o suciedad en distintos puntos de la ciudad. Y en la calle, solo hace falta preguntar para recibir quejas. Pese a ello, varias asociaciones vecinales preguntadas no consideran que el recorte se refleje en una mayor suciedad. Entre las que sí se han quejado, la de La Voz de La Florida anunció en febrero el inicio de una campaña de denuncia y concienciación para lograr un barrio limpio y reclamar para que Inusa realizará baldeos periódicos y el barrido diario del barrio. Las críticas surgieron efecto y la limpieza en la zona se ha reforzado, asegura el colectivo. “Aprietan en un sitio en función de cuánto se chille y aflojan en otra zona”, opina un vecino.

Y en Castellón, la limpieza de las calles también ha sido objeto de recortes. El Ayuntamiento renegocia todos los contratos de servicios y suministros, según el concejal de Hacienda, Juan José Masip, “el de limpieza de calles ya se ha cerrado”. Masip explica que se ha logrado un recorte de entre el 15% y el 20% en el contrato, lo que repercutirá en el servicio. Y agrega que se ha realizado un estudio de necesidades para “quitar” limpieza donde menos se note. “Los recursos van a tener que acoplarse al nuevo presupuesto de tal forma que, si todas las calles tienen un calendario de limpieza este puede verse ligeramente afectado”, esgrime.

En Benidorm, la limpieza viaria se presupuestó en 14,3 millones el año pasado, pero en 2010 eran 17,6 millones. El Gobierno local, del PSPV, ha pactado con el CDL de Gema Amor un paquete de medidas para reducir la deuda del Consistorio, entre las que está renegociar a la baja el contrato con FCC. En todo caso, la propia estructura urbana compacta de la ciudad consigue que, aunque en verano puede alcanzar el medio millón de personas, mantenga un elevado nivel de limpieza. Esther Navarro, presidenta de la asociación empresarial local Jeturbe, considera que en ese aspecto “la ciudad está en condiciones razonables, aunque se siguen diferentes criterios de limpieza según barrio”.

Información elaborada con aportaciones de Lorena Ortega y Artur Balaguer.

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