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La Generalitat desmantelará 10 escuelas el próximo curso

Educación justifica el cierre de centros por el descenso de la natalidad El curso se iniciará el 12 de septiembre para la infantil y el 13 para la secundaria

Irene Rigau, consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña.
Irene Rigau, consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña.TEJEDERAS

El crecimiento de la población empieza a bajar y no son necesarias tantas escuelas. Con este argumento la Generalitat ha diseñado un plan para desmantelar 10 escuelas a partir del próximo curso. Seis de ellas se suprimirán completamente en septiembre y las cuatro restantes se cerrarán progresivamente. La consejera de Educación, Irene Rigau, ha explicado este viernes que el descenso de natalidad de los últimos años obliga a repensar algunas escuelas nuevas y a “racionalizar los recursos”.

Las seis escuelas que desaparecerán el próximo curso son las de Esparreguera II, El Pins (en el núcleo de Moja, en Olèrdola), Els Còdols (El Vendrell), Abril (La Canonja), Reus XXI y Olga Xirinacs (Tarragona). Los alumnos actuales de estos centros serán absorbidos por otras escuelas de los municipios.

Pero hay otras cuatro escuelas cuyo desmantelamiento progresivo comienza, empezando por el nivel de P-3 el próximo curso. En concreto, son las escuelas Pasífae (Vilanova i la Geltrú), Miquel Longaron (Mollet del Vallès), La Muñeira (Badia del Vallès) y Can Periquet (Palau-solità i Plegamans). En este caso también se repartirán los alumnos por otras escuelas.

Por el contrario, se crearán otras seis, la mayoría en barracones, en Sant Boi de Llobregat, Banyoles, Lloret, Raimat (Segrià), Tortosa y Salt. También abrirán 10 nuevos institutos, en Castelldefels, Martorell, Viladecans, Sant Pere de Ribes, Sant Joan de Vilatorrada, Riells i Viabrea, Lleida, Parets del Vallès, Amposta y Terrassa.

El próximo curso se esperan
15.000 alumnos más, pero se mantiene el número de profesores

La consejera Rigau ha detallado este viernes las novedades del proceso de inscripción del próximo curso para la educación infantil, primaria y ESO, que se inicia el lunes 19 de marzo. El Departamento de Educación ofertará para el curso escolar 2012-2013 más de un millón de plazas para estos niveles, 15.600 más que el año pasado.

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A pesar de este incremento, la plantilla de profesores se mantendrá. La consejera Rigau ya anunció hace un mes que no se contratarán los 1.500 profesores que harían falta para dar respuesta a este aumento de alumnos. Esta necesidad se cubrirá haciendo que los profesores que ejercen funciones de coordinación den más horas de clase, suprimiendo cerca de un millar de asignaturas optativas

El próximo curso escolar 2012-2013 se iniciará el día 12 de septiembre para educación infantil y primaria. Los alumnos de secundaria empezarán a ir a clase al día siguiente, el 13 de septiembre. El departamento ha reconocido hoy que se prevé que se mantenga el número de barracones, que actualmente ascienden a un millar.

Barcelona redistribuye a los inmigrantes

Las escuelas de la ciudad de Barcelona se incorporan el próximo curso al plan de reserva de plazas para los alumnos inmigrantes “con necesidades educativas específicas”, tal como los clasifica el Departamento de Educación. Los centros de la capital catalana deberán reservar un mínimo de dos plazas para este colectivo.

En total, se hará una reserva de 910 plazas de P-3: 345 en centros públicos y 565 en concertados. La medida también afecta a la secundaria y se hará una reserva de 585 plazas de 1º de ESO, 157 en institutos públicos y 428 en concertados. Esta distribución, ha explicado la consejera Rigau, obedece a la intención de Educación de cambiar la tendencia de que la escuela pública soporte mayor “presión” de alumnos inmigrantes. “La concertada también tiene que corresponsabilizarse”, ha señalado Rigau.

Otra novedad que afectará a la ciudad de Barcelona el próximo septiembre es que, al ampliar el perímetro del área de proximidad del domicilio familiar a la escuela, aumentará el número de centros a los que los padres podrán optar, que pasarán de seis a 12 como mínimo. El objetivo es procurar repartir a los alumnos inmigrantes y “evitar la concentración en ciertos barrios de la ciudad”, ha justificado la titular de Educación. Con esta medida, residentes de Ciutat Vella serán reubicados en escuelas de barrios como el Eixample, Sants y Sant Martí.

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