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El Ayuntamiento de Girona suprime el Festival de Músicas Religiosas

El Consistorio lo elimina en desacuerdo con la propuesta artística y estudia crear un nuevo festival

Fue arma arrojadiza de grupo municipal de CiU cuando estaba en la oposición en el Ayuntamiento de Girona y ahora que los nacionalistas gobiernan no lo han dudado en borrarlo de mapa. El Festival de Músicas Religiosas y del Mundo de Girona, creado por el Consistorio en 2000 a imagen y semejanza del Festival de Fez (Marruecos) y único en Europa, no se celebrará este año, ni el próximo. Desaparece. No sucumbe víctima de los recortes presupuestarios. El Gobierno municipal ha decidido suprimirlo y las razones que aduce el alcalde, Carles Puigdemont, son "el desacuerdo con la propuesta artística y el déficit importante que generaba para las arcas municipales", aunque las memorias de las tres últimas ediciones, que son públicas, reflejan un superávit de la propuesta que oscila entre los 10.000 y 15.000 euros. Desde el Ayuntamiento ya estudia varias alternativas de programación musical que ocupen el hueco del festival.

Carles Puigdemont anunció poco después de llegar a la alcaldía que el Ayuntamiento reduciría su aportación al festival, una iniciativa que cumplió el año pasado su 12ª edición. CiU dijo que quería reformularlo, aunque ha acabado por suprimirlo. "El festival no había conseguido consolidar una propuesta rompedora", justificó Puigdemont. El equipo de gobierno cuenta con "varias alternativas" para nuevas iniciativas culturales, que el alcalde no quiso detallar. Lo que sí dejó claro es que el festival "no seguirá existiendo como hasta ahora".

Las alternativas que baraja el Consistorio irían en la línea de ampliar la programación de verano del Auditori de Girona o de crear un nuevo festival, según fuentes municipales. La decisión se tomará en las próximas semanas. La "amalgama" en una misma programación de música religiosa y espiritual  de estilos diversos que van desde la música sacra clásica y las músicas del mundo y con la presencia de artistas extranjeros no es del gusto del nuevo equipo de gobierno. La prestigiosa soprano María Bayo inauguró la pasada edición, que contó con la presencia de Anoushka Shankar, Pablo Milanés y el pianista y compositor estadounidense Uri Caine, entre otros.

El Festival de Músicas Religiosas y del Mundo nació en 2000 por iniciativa del Ayuntamiento de Girona en manos del PSC y con Joaquim de Nadal como alcalde, quien encargó su puesta en marcha y dirección a Josep Lloret, director del Festival de Torroella de Montgrí (Girona) y en ese momento también director artístico del Auditori de Barcelona. En 2007 le sustituyó Víctor García de Gomar, director del Auditori de Girona hasta hace unos meses y actualmente director artístico adjunto del Palau de la Música Catalana, a quien no se le ha rescindido el contrato.

Los socialistas defendieron que el evento era una forma de fomentar el entendimiento entre culturas a través de la música, de crear un polo de atracción cultural durante el inicio del verano y de potenciar la actividad económica en el barrio viejo de la población durante la celebración del evento.

El Ayuntamiento realizó una aportación directa el año pasado con una subvención de 150.000 euros para la celebración del festival, cuyo presupuesto ascendió a 377.000 euros. El equipo del alcalde no conoce todavía el importe de las aportaciones que se realizaban de forma indirecta, explicaron fuentes cercanas.

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En 2011 el evento contó con una ocupación media del 88%, superior a la de años anteriores. García de Gomar aseguró en la clausura que "a pesar de unos años difíciles, el festival" había "encontrado su lugar" y que gozaba de "una inmejorable salud".

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