El impago de Agricultura deja a los ganaderos sin control veterinario
El colectivo que controla la sanidad animal no cobra desde noviembre de 2010 La deuda con los veterinarios supera los dos millones de euros
Los veterinarios encargados de inspeccionar las explotaciones ganaderas de la Comunidad Valenciana han dejado de realizar los controles de sanidad animal.
La causa está en los impagos de la Consejería de Agricultura, que adeuda 17 meses de trabajo a los veterinarios que atienden las agrupaciones de defensa sanitaria de la Comunidad Valenciana, un colectivo de medio centenar de profesionales a los que se les debe una cantidad superior a los dos millones de euros.
La Consejería de Agricultura explicó ayer que los problemas de tesorería impiden asumir la deuda con este colectivo y que se está trabajando en buscar una solución.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Veterinarios de Agrupaciones de Defensa Sanitaria, Javier Gonzálvez, explicó ayer que al colectivo no se le paga desde el último trimestre de 2010 sin que hayan logrado un compromiso concreto por parte de la Consejería.
“No se trata de ninguna huelga. Nosotros somos autónomos y lo que no podemos es seguir asumiendo los gastos derivados de la realización de los controles sanitarios y el pago del IVA por facturas emitidas y no cobradas. Estamos financiando con nuestro dinero a la Administración y ya no podemos seguir soportando esta situación”, explicó Gonzálvez.
Las residencias sin ánimo de lucro reclaman a Bienestar Social una deuda de ocho millones de euros
La consecuencia de la suspensión de los controles puede traducirse en una alerta tardía en la aparición de algunas de las enfermedades que afectan a los animales.
Los veterinarios comunicaron el pasado lunes a la consejera de Agricultura, Maritina Hernández, la suspensión de los controles sanitarios en las explotaciones ganaderas. En la misiva, los veterinarios explican que, además de los impagos, la Consejería de Agricultura no ha publicado todavía el programa anual zoosanitario correspondiente a 2012, por lo que no existe ni regulación profesional de la actividad ni valoración de los trabajos encomendados.
En el escrito a la consejera de Agricultura, los veterinarios recuerdan también que las ayudas a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria no han recibido todavía las ayudas que anualmente se concedían, lo que pone en peligro la continuidad de estas agrupaciones de ganaderos y la remuneración que hayan pactado con los veterinarios para el control de los animales.
El colectivo de veterinarios no fue el único que ayer expresó su malestar por los impagos de la Generalitat.
La asociación de residencias de atención a los mayores Lares, mayoritariamente dirigidas por entidades sin ánimo de lucro, presentaron ayer una reclamación por impago a la Consejería de Bienestar Social con las cantidades pendientes más los intereses de demora. Esta asociación reclama las subvenciones pactadas desde agosto del año pasado. Una cantidad que supera los ocho millones de euros, sin contar las subvenciones comprometidas para mejora de las infraestructuras correspondientes a 2010 y 2011.
Según Lares, las actuaciones de denuncia realizadas a finales del año pasado les permitieron cobrar los siete primeros meses de 2011 pero desde entonces se siguen acumulando los impagos. “No solo no hemos cobrado, sino que tampoco contamos con un plan de pagos por parte de la Generalitat”, indicó el gerente de la asociación de residencias Lares, Sergio Cañellas.
El gerente se quejó de que la Generalitat da prioridad en los pagos a otros sectores que “tienen más armas de presión y sí pueden cerrar” y destacó que la diferencia de trato se da incluso hacia las residencias de mayores del sector mercantil, “ya que estas han cobrado más meses”. “Si sigue la situación de impagos muchas residencias volverán a la situación de insolvencia”, dijo.
