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MÚSICA

Haz de voz para notas ocultas

La soprano Consuelo Hueso interpreta un repertorio de piezas de mujeres apenas divulgadas

Consuelo Hueso, en una actuación en la capilla de La Sapiencia, acompañada al piano por Marina Zhidkova.
Consuelo Hueso, en una actuación en la capilla de La Sapiencia, acompañada al piano por Marina Zhidkova.

La soprano valenciana Consuelo Hueso ha disfrutado del éxito gracias a un espectáculo destinado al público familiar. La ópera Los tres cerditos adaptada y dirigida por Carlos Amat a partir de la música de Mozart y con dirección artística de Alexander Herold fue representada dos temporadas en el Teatre el Musical de Valencia y ha estado de gira por toda España. El proyecto en el que anda ahora embarcada es más minoritario, pero “va sorprendentemente bien, para la época de recortes y crisis que vivimos”.

Acompañada por la pianista Marina Zhidkova, Hueso interpretará este sábado en la Casa de la Cultura de Alzira un programa integrado en su totalidad por composiciones firmadas por mujeres y continuará en auditorios de El Puig, Gandia o Quart de Poblet. El programa es el mismo que ambas interpretaron recientemente en los escenarios de la capilla de La Sapiencia de la Universitat de València o el Ateneo Mercantil de esta capital. Son piezas de Clara W. Schumann y Fanny H. Mendelssohn —esposa y hermana, respectivamente, de conocidos compositores—; las valencianas Ángeles López Artiga y Matilde Salvador, y las francesas Pauline Viardot y Cécile Chaminade.

Ciertamente, la selección del repertorio “tiene un componente reivindicativo, porque apenas se programa música de mujeres, las compositoras están totalmente eclipsadas”, confirma Consuelo Hueso ante lo que parece evidente, pero asegura no era este su propósito cuando se encariñó de la música de Cécile Chaminade. “Descubrí a Chaminade escuchando a Anne Sophie Von Otter en la radio, que es una intérprete a la que sigo de cerca, y me hice con el disco, el único editado con música de esta autora”.

A la soprano valenciana le sorprendió que el nombre de la compositora figurara en un plano muy discreto en un disco de Deutsche Grammophon, “que suele poner el nombre del compositor en grande”. Empezó a incluir en sus recitales un par de temas de esta compositora que a los ocho años ya tocaba creaciones suyas para Bizet y de ahí a buscar más partituras de mujeres solo medió un paso. Así nacieron estas Notas en la sombra a las que Consuelo Hueso y Zhidokova tratan de poner luz, ante un público que “mayormente viene a ciegas porque”, constata la cantante, “nunca o muy pocas veces ha escuchado este repertorio”.

Para confeccionar el programa actual Hueso ha descartado numerosas partituras y, aún así, a veces le ha resultado difícil encontrar grabaciones de referencia. Mientras lo rueda por escenarios valencianos, prepara ya un segundo proyecto sobre compositoras de los siglos XX y XXI, con piezas de Alma Mahler, López Artiga y Sonia Megías, entre otras.

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