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Aguirre tendrá la última palabra para poner nombres a los colegios

El Gobierno regional regula por decreto esta asignación El Ejecutivo se enfrentó con el Ayuntamiento de Madrid por 'bautizar' las escuelas infantiles Ahora los Consistorios podrán opinar pero sus propuestas no serán vinculantes

Pilar Álvarez

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado esta mañana un decreto que establece el procedimiento para asignar nombres a los centros educativos de la región (escuelas infantiles, colegios e institutos públicos). Según este nuevo decreto, que no ha sido facilitado a la prensa, el Gobierno regional tendrá siempre la última palabra para elegir cómo se conocerán tanto los centros nuevos como los ya existentes, según ha indicado el vicepresidente Ignacio González.

González, que ha asegurado que no recordaba ninguna polémica sobre este asunto con otras Administraciones, ha justificado esta medida en que hasta ahora no existía ningún procedimiento reglado y “no quedaba claro”. Sí que hubo una polémica a propósito de las denominaciones de los centros entre el entonces alcalde Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre. En 2010, la Comunidad de Madrid impuso su criterio a la hora de bautizar 22 nuevas escuelas infantiles de titularidad municipal. El Ayuntamiento recurrió esa decisión, según un portavoz municipal, y una sentencia dejó el asunto en tierra de nadie. Ahora, todas esas escuelas infantiles no tienen nombre o más bien, mantienen un nombre neutro (Ciudad Lineal nº 6, Carabanchel nº 8...) como refleja la web del Ayuntamiento de Madrid. Con el nuevo decreto, previsiblemente, la Comunidad de Madrid podrá volver a cambiar la nomenclatura y recuperar los nombres de zarzuela.

El Gobierno regional ignoró las sugerencias del Consistorio que amenazó con ir a los tribunales contra la "imposición" de la Comunidad. Al equipo del alcalde le pilló por sorpresa la lista de 22 nombres de los nuevos centros que se publicó durante las vacaciones de verano en el Boletín Oficial de la Comunidad (BOCAM). La Comunidad cambió los nombres previstos por el Consistorio por zarzuelas. Por ejemplo, la escuela infantil de Latina no se llamó Orión, sino La del Soto del Parral y la de Barajas pasó de ser La Bahía a La Chulapona.

El viceconsejero considera “razonable” que sea el Gobierno quien tenga la última palabra puesto que es quien gestiona estos centros. En el caso de que sean de gestión municipal, ha añadido, las propuestas de los Ayuntamientos serán escuchadas por la Consejería de Educación y Empleo “pero no serán vinculantes”. Y establece también como requisito que los consejos escolares sean escuchados, aunque tampoco prevalezca su propuesta.

El decreto también establece, según una nota del Gobierno regional, que no podrá aprobarse una denominación igual a la de otro centro en la misma localidad y con las mismas enseñanzas.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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