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Adiós a la palmera probeta

Elche cierra la estación Phoenix, pionera en la producción ‘in vitro’ de dátiles El centro abandona la investigación por falta de financiación

El director de la Estación Phoenix, Michel Ferry, inspeccionando una palmera.
El director de la Estación Phoenix, Michel Ferry, inspeccionando una palmera.

La ciencia vuelve a pagar los platos rotos de la crisis. El Ayuntamiento de Elche, en manos del PP, ha decidido echar el cierre a la prestigiosa estación Phoenix después de más de dos décadas de funcionamiento y con un balance positivo en dos terrenos de la investigación vegetal: el cultivo in vitro de palmeras datileras y la lucha contra la plaga del picudo rojo.

La estación Phoneix arrancó en 1992 merced a un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento ilicitano, entonces gobernado por el PSPV, la Generalitat, las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche y dos organismos franceses: el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias y el Centro de Investigaciones Agrarias para el Desarrollo.

Los franceses aportaron el director del centro, el doctor ingeniero agrónomo Michel Ferry. Mientras, el Ayuntamiento se ha hecho cargo durante todo este tiempo del grueso del presupuesto. Según el concejal de Medio Ambiente, Sebastián Polo, el centro supuso el pasado año un coste de casi 400.000 euros.

El edil asegura que el consejo rector de la estación no se había convocado desde 2006. “El 23 de febrero convocamos una reunión y ante la falta de voluntad del resto de organismos de aportar financiación optamos por retirarnos”, resume el edil.

El centro se instaló en una casa de uno de los múltiples huertos de palmeras que rodean el casco urbano de Elche. Con el paso de los años, la estación pasó a convertirse en el referente mundial en el cultivo in vitro de la palmera datilera.

Ferry destaca que el centro ha conseguido una “alta eficacia científica”. “Hemos sido los primeros del mundo capaces de multiplicar las palmeras datileras por cultivo in vitro”, explica. Ferry asegura que en estos años se han cultivado 25.000 palmeras in vitro.

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Ferry destaca otro logro del centro: “La estación es referencia en la lucha contra el picudo rojo en toda la cuenca del Mediterráneo, con la formación de centenares de técnicos y profesionales en varios países para erradicar la plaga”. El responsable de la estación destaca la aportación de la técnica “del saneamiento mécanico de la palmera infectada, que permite salvar las palmeras en lugar de talarlas y triturarlas”.

Los siete trabajadores afectados por el cierre, a partir del 31 de marzo, ya han recibido la carta de despido. Pero anuncian que recurrirán a los tribunales, porque solo les ofrecen una indemnización de ocho días por año trabajado.

El portavoz del PSPV, Alejandro Pérez, comenta así la clausura de la estación: “Cuando es más necesario invertir en la lucha contra el picudo rojo, el Ayuntamiento cierra uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo”.

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