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El Ayuntamiento de Boadilla ‘indulta’ a un colegio de los Legionarios de Cristo

El Consistorio cambia la rescisión de la concesión aprobada en 2010 por una multa

P. Álvarez
Fachada del colegio Highlands Los Fresnos, en Boadilla del Monte.
Fachada del colegio Highlands Los Fresnos, en Boadilla del Monte. CARLOS ROSILLO

Al colegio privado Higlands Los Fresnos, situado en Boadilla del Monte, le faltan tres edificios por construir. Son los mismos que debía tener listos en un plazo máximo de 13 meses cuando el Ayuntamiento le cedió una parcela municipal en 2007. Son los mismos también que impiden que la educación del centro avance de la etapa de Primaria a las posteriores de Secundaria y Bachillerato, tal y como se comprometió el colegio que pertenece a la congregación religiosa de los Legionarios de Cristo y que no cumplió.

El Consistorio le entregó la parcela, valorada en 11 millones de euros, para que construyeran un centro educativo con tres aulas por curso desde bebés a preuniversitarios. A cambio, los Legionarios abonan un canon anual de 160.000 euros al Consistorio.

Las obras no han avanzado un ápice desde 2010, cuando la Comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Boadilla aprobó resolver el contrato por incumplimiento y recuperar la parcela para el municipio. Lo que sí ha cambiado es el punto de vista municipal, que ha decidido sustituir esa penalización por una multa de 57.000 euros.

En el centro estudian 322 alumnos (separados por sexos) desde el primer ciclo de Infantil hasta 5º de Primaria. Las familias pagan 1.400 euros de inscripción y mensualidades de 395 a 456 euros, con descuentos para los alumnos empadronados en el municipio, que alcanzan el 100% en el caso de familias con cinco hijos matriculados.

La concesión de la parcela se aprobó con el alcalde Arturo González Panero (imputado en el caso Gürtel) al frente del Consistorio. Le sustituyó Juan Siguero, que respaldó recuperar ese suelo y que también acabó apartado de sus funciones como alcalde por la Gürtel.

El nuevo alcalde, también del PP, es Antonio González Terol. En el pleno del pasado viernes aprobó el cambio de castigo acogiéndose a un apartado del pliego de condiciones que permitía sustituir la rescisión por una multa de 3.000 euros por cada mes de retraso en la construcción. La propuesta aprobada en el pleno recoge el argumento que ofreció el pasado octubre el nuevo equipo de Gobierno y también la congregación cuando el PSOE presentó una moción porque el Consistorio no había actuado durante más de un año en este asunto. Señala que se esperaban desarrollos urbanísticos en el paraje de Los Fresnos “que, a día de hoy, no se ha originado”. Y añade que la concesionaria “ha manifestado su intención de continuar con la ejecución del contrato”, aunque no ha ampliado la construcción desde 2010.

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Esta circunstancia, prosigue, “podría hacer plantearse variar la decisión inicial de la resolución contractual”. La congregación dispone ahora de nuevos plazos. Tiene que solicitar la licencia antes de cuatro meses. Y, cuando la consiga, dispondrá de otros seis para acabar la construcción, según el acuerdo que se aprobó en el pleno con los votos a favor de PP y UPyD y contrarios de PSE y Alternativa por Boadilla (ApB).

“Están defendiendo los derechos de los Legionarios en lugar de los de los ciudadanos”, señala el concejal socialista Pablo Nieto, que pide que se recupere la parcela igual que el edil Ángel Galindo (ApB). “Debería volver a ser de uso de todos los vecinos una vez terminado el curso, para no perjudicar a los alumnos”, añade Galindo.

Una portavoz de la congregación de los Legionarios asegura que aún no han recibido notificación oficial del cambio de planes del Ayuntamiento. Señala que su intención es seguir adelante porque “las familias lo piden” y que cumplirán con “todos los requisitos solicitados por el Consistorio”.

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Sobre la firma

P. Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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