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Abrazo pacífico al instituto Lluís Vives

Padres, profesores y alumnos denuncian la manipulación informativa de la protesta "Las reivindicaciones son las mismas que hace todo el sector educativo valenciano"

El País
Los estudiantes rodean el instituto Lluís Vives con una abrazo pacífico.
Los estudiantes rodean el instituto Lluís Vives con una abrazo pacífico.CARLES FRANCESC

"La siesta ha terminado. Gracias, Lluis Vives", reza una pancarta colgada de las rejas metálicas de la entrada del instituto. Padres, madres, profesores y alumnos del instituto Lluís Vives, congregados en la denominada asamblea global, han escenificado su unidad este viernes a las tres de la tarde, fuera del horario lectivo. Durante poco más de 15 minutos,  la comunidad educativa del centro ha expresado su malestar por los ataques por parte de "algunos medios" y ha reivindicado sus quejas originales: "Una educación pública y de calidad" y un rechazo rotundo a la violencia.

Con pitos de plástico y las dos palabras clave de todas las jornadas hasta el momento - "Delegada, dimisión"-, alrededor de cien personas se han encadenado en forma de "abrazo simbólico" alrededor del Lluís Vives. La directora del centro, Carmina Valiente, ha explicado que "después de pasar una semana fatal", "queremos concluir el foco hacia nuestro centro y el estigma sobre él con este gesto simbólico". "Nos han puesto en el punto de mira", ha comentado la directora, "Y solo queremos que todo vuelva a la normalidad". "Somos una comunidad pacífica", ha añadido, "y el profesorado es el primero que enseña a los alumnos a cumplir las normas, porque queremos que haya paz y tranquilidad". Aunque, según ha señalado, eso no quita a que "se depuren responsabilidades". 

Globos y carteles han acompañado el gesto de protesta en el que se ha difundido un comunicado unitario para hacer constar que "ante la manipulación informativa por parte de algunos medios de comunicación" que insisten en criminalizar a los estudiantes, las reivindicaciones de los alumnos son exactamente las mismas "que hace todo el sector educativo de la Comunidad Valenciana motivadas por los impagos, los retrasos y los recortes de la Generalitat".

Con un aplauso de dos minutos, los asistentes se han retirado sin incidentes de ningún tipo. Las protestas por la educación continuarán, según han ido indicando, hasta que la delegada de Gobierno, Paula Sánchez de León, dimita. Y el IES Lluís Vives, chispa de la llama prendida en toda España, se quedará con los carteles de sus vallas y, después de muchas jornadas de protesta, con la oportunidad de echarse, eso sí, una buena siesta.

Por la tarde, unas 200 personas partieron otro día más desde el instituto para realizar una marcha hasta la Delegación de Gobierno que acabó en la sede del PP.

Las protestas se han extendido a otras poblaciones como Picanya o Sueca, donde se registró el viernes un nuevo episodio, informa Josep Blay. Los alumnos del IES Joan Fuster decidieron cortar el tráfico a la hora del recreo. Al ser una zona poco transitada, pues está a las afueras, todo transcurrió sin problemas. Sin embargo, en el momento de tocar el timbre, dos agentes de la Guardia Civil aparecieron e intentaron llevarse a un profesor. Los alumnos, al verlo, lo arroparon al grito de “Sí que sou valents, pegueu als xiquets”. El profesor forcejeó con los agentes para que no se lo llevaran por la fuerza y fue voluntariamente al cuartelillo. Allí explicó los hechos y salió, al parecer, sin cargos.

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Los sindicatos CC OO, UGT, C-SIF, Intersindical y FSES junto a la Confederación de vecinos Cave-Cova, además, exigieron duramente a la delegada que convoque el Consejo Autonómico de Seguridad.

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