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Baltar abre un frente contra Feijóo por la incineradora de basuras

El PP apoya en la Diputación una iniciativa socialista contra la planta de la Xunta en O Irixo La moción había sido rechaza por el padre del nuevo presidente

José Manuel Baltar, ayer en el pleno de la Diputación.
José Manuel Baltar, ayer en el pleno de la Diputación.NACHO GÓMEZ

A José Manuel Baltar le ha faltado tiempo para plantear su primer pulso a la Xunta y a su presidente, Alberto Núñez Feijóo. Apenas 20 días después de sustituir a su padre al frente de la Diputación de Ourense, Baltar consumó ayer el primer pulso al Gobierno de su partido. Los diputados provinciales del Partido Popular se sumaron a una moción socialista, apoyada también por el BNG, que rechaza el proyecto de la Xunta para construir en el municipio ourensano de O Irixo la planta que incinerará toda la basura del sur de Galicia, la llamada Sogama del sur.

La maquinaria política del PP en Ourense riza el rizo. La diputación ourensana aprobó por unanimidad una moción socialista que rechaza la planta basurera de O Irixo y que previamente fue tumbada por el PP en otro pleno en diciembre. Esa misma moción fue aprobada en enero en el Ayuntamiento de O Carballiño, que preside el popular Argimiro Marnotes, vetada de nuevo días después por la Diputación que aún presidía José Luis Baltar. El documento, además de rechazar la ubicación en O Irixo, también apuesta por “minorizar la incineración hasta su desaparición”, calcando la propuesta para el tratamiento de residuos del Gobierno bipartito, que luego cambió Feijóo para reintroducir la incineración.

Manuel Baltar quiere la planta en la provincia porque hace efectivo el “equilibrio territorial". Incluso espetó que "está de acuerdo con la planta en otra zona de O Irixo". Con este cambio de postura matizado, Baltar marca territorio frente a Feijóo y reprueba la gestión de su padre. El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, aseguró pasado el 23 de enero que la única ubicación propuesta era O Irixo, aunque Feijóo aclaró el pasado jueves que se plantea otras localizaciones “por si la primera falla”.

En el pleno de ayer, el PSOE calificó el proceso de “atentado administrativo” y acusó al PP de “marear la perdiz" mientras que el BNG se centró en destacar que lo importante es desterrar la incineración.

El PP defendió su voto favorable a la moción socialista por boca del alcalde de O Carballiño, que ya había rechazado el proyecto de la Xunta en su Ayuntamiento. Argimiro Marnotes negó que la moción aprobada en esa localidad sea la misma que Baltar padre vetó en su día y explicó que el PP de esa localidad rechazó la planta “por respeto a la opinión de los vecinos”.

El PSOE había intentado dos veces aprobar el texto que ahora apoya el PP
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Tras soportar una durísima intervención del portavoz socialista, José Ignacio Gómez, el diputado y alcalde carballinés insistió tibiamente en que la moción ahora presentada y las anteriormente rechazadas son distintas. Tras pedir el voto de los diputados conservadores “para manifestar el rechazo a la ubicación de la planta”, se apoderó del modelo del bipartito para el tratamiento de basuras y remarcó que el PP ourensano quieren “apostar por compostaje, el reciclaje y la reutilización frente a la incineración”. Manuel Baltar negó “volantazos” en la postura de los populares: “El grupo popular es coherente”, replicó a la oposición. También apuntó que no quiere “entrar en el juego del pancartismo”.

El lío de los populares ourensanos es un perfecto ejemplo de donde dije digo, digo Diego. Se han contradicho en varias ocasiones. La primera moción presentada por los socialistas el 5 de diciembre en la Diputación, solicitaba el “rechazo a la ubicación en O Irixo de la planta de residuos urbanos del sur de Galicia”, pero no hacía referencia alguna a la incineración. El documento fue tumbado por el PP, José Luis Baltar todavía en la presidencia, alegando que no había “proyecto técnico” (sigue sin existir dos meses después). En enero, el Ayuntamiento de O Carballiño —gobernado desde las últimas elecciones municipales por el PP— aprobaba otra moción consensuada por todos los grupos políticos. En ella se rechazaba la ubicación y se reclamba más “compostaje, reciclaje y reutilización”. Días antes, el grupo popular carballinés emitía un duro comunicado explicando que le “incordia” la propuesta de la Xunta. A pesar de ello, Baltar Blanco y Feijóo negaron taxativamente una ruptura en la disciplina de partido.

El grupo socialista de la Diputación no desistió y el 9 de enero presentó el documento otra vez, haciendo extensivo el rechazo a “cualquier punto de la provincia”. Además añadía un párrafo pidiendo que el alcalde de O Carballiño concretase su postura. Baltar padre evitó poner en un brete a su alcalde y vetó esa moción, que no fue llevada a pleno. Para justificarlo, aseveró que los populares ourensanos “ya habían dejado clara su postura” rechazando la moción en diciembre. También aludió a unos informes jurídicos que no existen documentalmente. “Fue una comunicación oral”, explican desde el PP. Ya en febrero, el PSOE presentó una vez más el documento, que rechazaba la basurera de O Irixo y, la incineración, al tiempo que solicitaba que el alcalde de O Carballiño y Baltar “aclaren su postura”. Ese párrafo no ha molestado ahora al nuevo presidente. Todo lo contrario, ya que el PP se desdice aceptando una propuesta que previamente rechazó, vetó y criticó.

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