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A bordo de la quiebra

104 marinos marroquíes quedan abandonados en Algeciras tras la bancarrota de su naviera

Tripulantes de uno de los transbordadores anclados en el puerto de Algeciras concentrados en la cubierta del barco.
Tripulantes de uno de los transbordadores anclados en el puerto de Algeciras concentrados en la cubierta del barco.ANDRÉS CARRASCO

Sin agua, sin suministro eléctrico y sin gasoil, lo que representa un peligro para quienes siguen a bordo. Así se encuentran 104 marineros de nacionalidad marroquí, tripulantes de los buques Al-Mansour, Ibn Batouta, Boughaz y Banasa, de la compañía Comarit-Comanav Ferry. La naviera, que en su día realizaba la travesía del Estrecho, los abandonó a su suerte hace más de dos meses en el puerto de Algeciras (Cádiz) después de que los buques fueran embargados por la mala situación financiera de la compañía. El conflicto laboral ha derivado en un problema meramente humanitario.

Las organizaciones sindicales ITF (Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, en sus siglas en inglés) y UMT (Unión Marroquí del Trabajo) han denunciado el “desamparo e indefensión” que están sufriendo los marineros. Otras naves de esta compañía marroquí se mantienen ancladas en los puertos de Tarifa (Cádiz), Sète (Francia), Nador y Tánger (Marruecos) con sus tripulantes a bordo. Más de 1.200 personas se ven afectadas por la quiebra de la compañía, según los sindicatos de transportes. La naviera mantiene deudas con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, con la empresa Navantia y con suministradores de víveres.

Los marineros no cobran desde hace más de dos meses, pero la legislación y la falta de dinero, les impide abandonar los barcos y regresar a sus casas. De hecho, ayer mismo, Mohamed Arrachedi, uno de los afectados, aseguraba que, “hay trabajadores que se tienen que marchar de vacaciones y no pueden”. “La situación es desesperante y dramática”, manifestó ayer, entre sollozos, otro de los marineros, que insistió en censurar, la “nula información” que de este conflicto se está ofreciendo en los medios de comunicación de su país.

Los tripulantes sobreviven a bordo sin electricidad, agua potable y gasóleo

Sólo los víveres que las consignatarias de los buques están aportando “con cuentagotas” permiten vivir a bordo de los barcos a los marineros. Los tripulantes carecen de agua potable para ducharse y de calefacción porque no hay electricidad a bordo, cuentan.

La ITF ha denunciado estos hechos ante la Capitanía Marítima del Puerto de Algeciras y esperan la mediación del consulado de Marruecos para que fuerce a la naviera a buscar una inmediata solución. “Hemos cursado solicitudes de intervención a la administración marroquí, además de contactar con las embajadas y consulados de París, Madrid y Montpellier”, manifestó Ángel Serrano, responsable de UGT en el Campo de Gibraltar. Serrano confirmó además que el personal de tierra de Comarit ha iniciado movilizaciones en tierra.

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Mientras los contactos se suceden entre los sindicatos y la administración, los trabajadores esperaban ayer la aportación de víveres por parte del Banco de Alimentos al que los dirigentes de UGT en Algeciras se dirigieron para pedir ayuda humanitaria. No obstante, los afectados coincidían ayer a bordo de los buques en los que han trabajado durante años: “No se trata de dar soluciones humanitarias, a pesar de que sirvan para sobrevivir, se trata de buscar soluciones laborales, porque se adeudan salarios entre dos y cuatro meses, dependiendo del barco y porque hay cotizaciones que no se abonan por parte de la compañía desde hace años”.

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