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Miguel Montes Neiro: "Empieza mi primera oportunidad"

El preso más antiguo sin delitos de sangre sale de prisión tras más de 30 años encarcelado

Miguel Montes Neiro levanta los brazos con sus hijas tras salir de la prisión de Albolote.
Miguel Montes Neiro levanta los brazos con sus hijas tras salir de la prisión de Albolote.M. ZARZA

"Las palabras después porque ahora no puedo. Lo voy a hacer, pero ahora estoy atragantado. Os quiero a todos. Estoy flipando. Me tenéis asustado. Me siento libre". Han sido sus primeras expresiones fuera de la cárcel, donde Miguel Montes Neiro ha pasado más de 30 años encadenando condenas, aunque ninguna de ellas por delitos de sangre. "Ahora empieza mi primera oportunidad", ha dicho.

Su primer deseo ha sido caminar hasta dejar de ver la prisión y comer en un asador. Así ha salido de la cárcel de Albolote, entre aplausos y abrazos. Tres indultos de dos Gobiernos, el cambio de una pena privativa por una multa y el abono de 124 días de prisión preventiva han sido necesarios, pero al fin deja atrás una vida entre rejas. El primer recuerdo y su primer lamento ha sido para sus jóvenes hijas, a las que no ha podido cuidar: "Cada vez que estaba fugado, ¿cómo me iba a llevar a mis niñas a un parque?"

Ha afirmado que estas últimas horas, antes de salir de prisión, ha estado "como un león dando vueltas" y se ha "olvidado" de la huelga de hambre que han mantenido para pedir su liberación.

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Cree que su vida de delitos ha terminado y lo ha prometido al medio centenar de amigos y periodistas que han asistido a sus primeras horas en libertad. "No voy a hacer nada. Lo vais a ver".

Montes Neiro, que es ceramista, quiere "hacer exposiciones" y vivir en Málaga. Está pendiente de un libro y una película sobre su vida, pero asegura que no va a narrar aquello que pueda hacer "daño" a otras personas. "Me voy a dedicar a mis niñas, que son mis diosas". "No soy una alimaña no soy un bicho", ha concluido.

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Su familia le ha acompañado en estos momentos, tan anunciados desde que se le concediera antes de la pasada Navidad el primer indulto parcial. Ha salido pasadas las once y media acompañado de sus dos hijas, dos de sus hermanas y un hermano, quienes desde hace tiempo consideran que ya “ha pagado de sobra”.

La constancia de su familia ha hecho posible tras más de una década que Miguel Montes Neiro salga hoy de prisión. Ha contado con varios letrados y su familia no ha dudado a la hora de tocar a la puerta de muy diversas instancias: juzgados de instrucción, audiencias provinciales, Tribunal Supremo, Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Defensor del Pueblo, incluso a la Casa Real.

Desde que en 1976 ingresara por primera vez en la cárcel ha ido enlazando condenas y, excepto un tiempo de condicional y los periodos de fuga (más de 1.600 días en total), su vida ha sido un periplo por centros penitenciarios. En cualquier caso, ha sido “víctima de sus propios actos”, reconoce su letrado, Félix Ángel Martín. Se ha fugado en permisos y ha delinquido una vez tras otra, si bien es cierto que no cuenta con delitos de sangre en su historial.

En tantos años tiene episodios de lo más singular, como la fuga de un hospital donde le daban por muerto tras haberse intentado ahorcar. Las huelgas de hambre y las fugas forman parte de su trayectoria vital repleta de robos violentos, intimidaciones, desórdenes públicos... En 2009 asistió al funeral de su madre, con la que desde joven apenas había convivido y se volvió a fugar. Fue juzgado y condenado a seis meses que recientemente se le cambiaron por una multa.

En los últimos meses ha visto reducido el tiempo en prisión en 17 años y medio, solo con indultos. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le concedió dos parciales por los que le perdonaba cuatro años y medio de cárcel de una pena refundida de 12 años y el actual Ejecutivo le liquidó otra de 13 años de prisión.

Además, el Juzgado de lo Penal 4 de Granada aceptó conmutar por una multa seis meses de privación de libertad que tenía de condena por la fuga del funeral de su madre. Finalmente le quedaba cumplir hasta junio pero se le han abonado 124 días de preventiva. El camino que le ha llevado hasta la libertad ha sido un auténtico galimatías de recursos.

Incluso con los indultos, parecía que no llegaba la puesta en libertad. Hay cautelas en algunos sectores judiciales respecto a la reinserción de Montes Neiro, puesto que hasta la fecha no lo ha demostrado en permisos o condicional. En su campaña para pedir la libertad, el ya exreo ha contado con apoyos políticos y sociales y, sobre todo, con el constante esfuerzo de una familia que no se ha rendido pese a ver frustradas en numerosas ocasiones sus esperanzas. Siembre han buscado un resquicio más.

La justicia reconoce lo difícil que es trasladar a la sociedad dificultades de casos concretos y así el propio presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, aludía ayer a “problemas de comunicación” y es que hay procesos que son “más complicados” de lo que parecen y Montes Neiro, recordó, tenía “muchas causas que no podían ser concatenadas en una única liquidación de condena”, por lo que justificó así la demora en la excarcelación pese a los tres indultos.

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