En la cocina de 'Pe'

¿Le gustaría deambular por una cocina como la de Penélope Cruz? ¿Querría fotografiarse delante del dormitorio de Cristiano Ronaldo? Ahora es posible gracias a la exposición que los arquitectos Joaquín Torres y Rafael Llamazares inauguraron este viernes en el IVAM, llamada Vivir en la Arquitectura, que se podrá visitar hasta el próximo 10 de junio.

Esta pareja de arquitectos, junto a los más de 90 trabajadores que componen el estudio A-Cero, ha diseñado las viviendas de personalidades como Alejandro Sanz o la familia March, pero también edificios punteros como la torre Wave o el complejo Nebula de Dubai. En esta exhibición, el visitante puede descubrir sus entresijos con los planos y bocetos, pero también contemplarlos como si estuviera paseando por la acera más cercana, e incluso recorrer las habitaciones de una casa sin ningún tipo de impedimento.

“Hemos creado a escala real una vivienda porque no es posible percibir lo que uno hace si no lo ve”, explicó Torres, “además, creemos que la forma es fundamental, pero lo que prima es la función”. “Estábamos cansados de las exposiciones hechas por y para arquitectos”, continuó Torres, “y hemos pretendido hacer algo para todos los públicos, porque la cultura no debe estar solo al alcance de una élite”.

El comisario Juan Lagardera insistió en que este “vertiginoso” montaje “contra el tiempo y el espacio” va más allá de su éxito mediático y responde a “un conocimiento profundo de la arquitectura contemporánea”. “Vivimos en un mundo en el que la fama es sospechosa; donde el arte, si no es para un pequeño grupo de doctos en la materia, no vale”.

El museo pretende que los lugares donde se alojan las muestras se conviertan también en una “obra de arte”: “El hombre siempre ha soñado con un espacio donde desarrollar su personalidad”, apuntó el secretario de Cultura, Rafael Ripoll. Por eso, las creaciones del estudio se llevan a cabo “adaptándose a la naturaleza”. “Aunque algunos de los ejemplos que se pueden observar pertenecen a gente conocida, no por eso pierden su esencia inicial. Lo que le da el valor fundamenta es el lugar, no las personas”, precisó Joaquín Torres.

Una exposición que permite no solo la admiración externa de las construcciones, sino “experiencias muy plásticas” que acercan al usuario a un mundo generalmente restringido para expertos: “Un técnico la evaluará de manera más profesional, pero un profano la disfrutará de forma amena, con sensaciones, lejos del aburrimiento”. “Al fin y al cabo”, indicó Torres, “todo esto no es más que compartir el proyecto más importante del ser humano: su casa”.