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Los trabajadores de RTVV se encierran en la sede del consejo

Las concentraciones y encierros de empleados públicos en centros de trabajo de toda la Comunidad Valenciana se han reproducido por cuarto jueves consecutivo

Trabajadores de RTVV concentrados ante la sede del consejo de la empresa.
Trabajadores de RTVV concentrados ante la sede del consejo de la empresa.JOSÉ JORDÁN

Los jueves, encierro. Las concentraciones y encierros de empleados públicos en centros de trabajo de toda la Comunidad Valenciana se han reproducido por cuarto jueves consecutivo y, en muchos casos, derivaron en pequeños conatos de manifestación. Las concentraciones se desarrollaron en consejerías, centros educativos, centros de salud, hospitales, palacios de Justicia y en los servicios territoriales de la Generalitat en Alicante y Castellón.

“La protesta ha sido un clamor contra las políticas de recorte que está imponiendo la Generalitat Valenciana y que son un golpe mortal a nuestro Estado social y de derecho”, aseguró CC OO a través de una nota. El sindicato considera que los recortes están “teniendo un impacto muy negativo sobre la prestación y el mantenimiento de los servicios públicos, como el aumento de las listas de espera en el ámbito sanitario y problemas en los ingresos hospitalarios”, puntualizó en el comunicado.

A las protestas contra los recortes de las condiciones laborales de los empleados públicos se sumaron los trabajadores de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), amenazados por un expediente de regulación de empleo. Los empleados del ente público ocuparon a primera hora la sede del consejo de administración, en la Gran Vía del Marqués del Turia de Valencia. A última hora de la tarde, decenas de compañeros acudieron a una concentración para “luchar” por sus puestos de trabajo. Los empleados de RTVV reclamaron “un ERE para directivos, asesores y consejo” de la empresa pública. Al grito de “ladrones”, los trabajadores exigieron una “televisión pública bien gestionada” y denunciaron el gasto millonario de fondos de la empresa “en las actividades inconfesables del Gobierno del PP”.

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, e Isabel Bonig, consejera de Infraestructuras, fueron recibidas con los pitidos de varios representantes de la asociación de madres y padres de alumnos de Castellar-Oliveral cuando acudieron a poner la primera piedra de un centro municipal.

Estas movilizaciones son el preludio de nuevas manifestaciones y marchas convocadas por los sindicatos de empleados públicos el sábado en las tres capitales. En Alicante, los convocantes denunciaron que la Subdelegación de Gobierno prohibió una marcha prevista hasta las instalaciones de la Ciudad de la Luz alegando “que no se puede cortar una carretera”.

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