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23 años para dos etarras por enviar un libro-bomba a Gorka Landaburu

La Audiencia Nacional les juzgará el próximo jueves

El País

La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves a los presuntos etarras Oskarbi Jauregui y Patxi Xabier Macazaga Azurmendi por el envío de un libro-bomba en 2001 al periodista Gorka Landaburu, que resultó gravemente herido, hechos por los que el fiscal pedirá 23 años de prisión para ellos.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal Luis Barroso les acusa de un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y otro de tenencia y transporte de explosivos, y pide también que indemnicen al periodista con 47.850 euros por las lesiones sufridas y con 300.000 por las secuelas.

Según el representante del Ministerio Público, ambos acusados, junto con Ainhoa García Montero, "Laia", formaban parte del comando "Buruntza" de ETA, desarticulado el 22 de agosto de 2001 en una operación de la Ertzaintza en Guipúzcoa.

Los tres utilizaban para ocultarse y preparar atentados un piso alquilado en la localidad guipuzcoana de Zizurkil, en el que se intervinieron armas cortas y largas, abundante material explosivo, tubos lanzagranadas y documentación sobre objetivos.

Macazaga y Jauregui Amundarain decidieron "de común acuerdo y en ejecución de un plan preconcebido la realización de un atentado mediante libro-bomba contra la vida de Gorka Landaburu", y tras realizar una vigilancia sobre el periodista, sus costumbres y domicilio, confeccionaron en el piso ocupado por el comando el "envío postal bomba".

Los etarras colocaron el artefacto en el interior de un cuadernillo de anillas de espiral, que previamente habían vaciado y llenado con una carga explosiva de entre 50 y 100 gramos de "Titadyn", y lo introdujeron en un sobre de papel blanco con franqueo de la empresa "Norte Mail, S.L".

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Una vez preparado el libro-bomba, Macazaga se lo entregó en el Polideprtivo de Villabona a Oskarbi Jauregui, quien, entre el 11 y el 14 de mayo, se trasladó en un vehículo propiedad de su madre hasta la localidad de Zarauz, "sirviéndole de lanzadera" un coche conducido por el etarra ya fallecido Hodei Galarraga.

Macazaga introdujo el sobre en el buzón del domicilio del periodista, que posteriormente fue recogido el 14 de mayo por el escolta de Landaburu sin que levantara sospechas en ninguno, pues tenía estampado el logotipo de una publicación que Landaburu recibía habitualmente.

Un día después, cuando el periodista estaba en el despacho de su vivienda y abrió el envío postal, se produjo la explosión, a consecuencia de la cual sufrió la amputación total del dedo pulgar y parcial del índice de la mano derecha, además de daños en los dedos de la mano izquierda, heridas en la cara y el abdomen y traumatismo ocular, por los que necesitó hasta cinco intervenciones quirúrgicas.

La explosión provocó también daños en la vivienda por importe de 6.542 euros y en un vehículo que circulaba en ese momento por el lugar de los hechos valorados en 992 euros.

El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado en el diario Gara el 26 de julio de 2001.

Posteriormente, el 26 de noviembre de 2002, la Policía francesa descubrió un piso en Bergerac, que sirvió de refugio a los entonces jefes del aparato militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, detenidos el 22 de septiembre de ese año, y en el que se encontró una carta escrita en euskera de Oskarbi Jauregui, que explica que recibieron órdenes de atentar contra Landaburu.

En el piso alquilado de Zizurkil también se halló un folio mecanografiado con el nombre, la dirección y el vehículo de Gorka Landaburu y otro, escrito en ordenador, donde aparece una anotación con el lugar de trabajo del periodista y su descripción física.

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