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Autobús con destino a un techo

Las personas sin hogar solo pueden acceder a los albergues municipales de la Campaña del Frío en vehículos especiales que los trasladan desde el centro

Personas sin hogar a bordo de uno de los autobuses que cubren el trayecto hasta los albergues de la Campaña del Frío.
Personas sin hogar a bordo de uno de los autobuses que cubren el trayecto hasta los albergues de la Campaña del Frío.ÁLVARO GARCÍA

Hace frío y se busca el resguardo de las marquesinas de las paradas de autobús de la glorieta de San Vicente de Madrid. En una se concentran personas de aspecto variopinto y, al tiempo, un aire compartido. El de no tener hogar, de vivir al día, sin planes más allá de buscar dónde dormir. Son quienes esperan hacerlo esa noche en el albergue de Pinar de San José. Entre ellos está un hombre de unos 50 años que se ha quedado sin techo hace un mes, tras agotar el paro. Prefiere no dar datos para que su familia no pueda enterarse de su situación. Cuenta que el ambiente del centro es desagradable, que hay gente problemática, pero que solo puede resignarse.

El del distrito de Latina, cerca del barrio de La Fortuna, es uno de los dos albergues especiales de la Campaña del Frío. Ha sustituido a los pabellones de la Casa de Campo -que han pasado a la empresa pública Espacios y Congresos, según el Ayuntamiento, y permanecen cerrados-. Eran instalaciones de peor calidad, pero de un acceso más fácil para las personas sin hogar, que suelen moverse por el centro. El otro, llamado Dispositivo Alternativo, está en Villa de Vallecas.

A estos dos albergues de la Campaña del Frío no se puede llegar directamente: hay que ser derivado por un trabajador social o el Samur Social. Este año, además, es obligatorio coger los autobuses: desde la glorieta de San Vicente para el albergue de Pinar de San José (Latina), o en Atocha para el de Villa de Vallecas. Hasta el pasado invierno, al de la Casa de Campo sí se podía llegar a pie. La nueva medida "es para evitar que personas sin hogar pululen por allí y molesten a los vecinos", critican las ONG que trabajan con este colectivo. Esto dificulta, en su opinión, el acceso de potenciales beneficiarios, ya de por sí reticentes a menudo a usar estos recursos.

"Hay un argumento perverso: que los sin hogar no quieren ir a albergues porque prefieren la calle", dice Jesús Sandín, responsable del programa de atención a personas sin hogar de Solidarios para el Desarrollo. "No nos preguntamos por qué rechazan ir a estos centros masificados, donde no es fácil llegar y donde coincide el nuevo con el que lleva 15 años, el que tiene problemas con el alcohol o las drogas y el que no...".

Las ONG creen que la medida dificulta el acceso de indigentes a los albergues

Tanto Sandín como Berta D. Kaiser, de Acción en Red, critican que cada año se ponga en marcha una campaña especial contra el frío -que suma 477 plazas a las 1.367 de la red estable-, porque, según ellos, demuestra que los medios son insuficientes.

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Todas estas plazas no siempre están disponibles, sino que se activan en función de las necesidades. Solo en caso de emergencia térmica -cuando la temperatura baja de cero grados, como ahora-, el Consistorio se compromete a proporcionar un techo a todo el que lo solicite. Hasta ahora, el balance municipal es positivo y habla de 900 personas acogidas en lo que va de Campaña del Frío. Sitúa el nivel de ocupación de los dispositivos municipales en el 93%. Acción en Red denuncia que "todas las noches hay personas que se quedan sin plaza".

Esta ONG advierte del engaño de la principal novedad destacada por el Ayuntamiento esta campaña: que las personas sin hogar podrían acudir a Pinar de San José acompañados de sus mascotas gracias a un acuerdo con el Centro de Protección Animal Municipal. "Es cierto que están al lado, pero ese recurso cierra a las 19.00, mientras que el primer autobús hacia el albergue sale media hora después desde el centro, así que no se puede utilizar en la práctica", relata Kaiser. La voluntaria duda, además, de que los animales pudieran viajar en los autobuses de la EMT, que son los que cubren este servicio especial.

Acción en Red y Solidarios por el Desarrollo mantienen sus rutas para atender a quienes no acceden a los albergues. "Son lo más frágil de lo más frágil de la sociedad", opina Kaiser.

En el autobús al albergue de Pinar de San José suben unas 60 personas en el segundo turno (20.30). Un inmigrante de 30 años se queda fuera. Los miembros del Samur Social, que gestionan el acceso al vehículo, le aconsejan ir a Atocha por si en Vallecas hay sitio. El hombre pregunta a los dos policías locales que supervisan la parada y se dirige a la estación de Príncipe Pío. A seguir buscando la forma de sobrevivir al frío de la noche.

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