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El Gobierno tumba siete meses después la idea de Zabaleta de crear ‘nidos familiares’

Asuntos Sociales mantiene que “lo que quede será algo diferente”

Vitoria-Gasteiz -

Hace casi siete meses, el Departamento de Asuntos Sociales, que encabeza Gemma Zabaleta, que anunciaba la prueba piloto de los nidos familiares (haur etxeak) para cuidar a menores de tres años en pisos adaptados de los propios cuidadores. Guarderías privadas, sindicatos y algunos partidos protestaron, pero no solo ellos. Educación se revolvió, mostrando su oposición en el seno del propio Gobierno y, de forma matizada, en declaraciones públicas en que optó por ensalzar el papel de las haurreskolak, los centros educativos públicos para ese tramo de edad, con casi 8.000 plazas en toda Euskadi, obviando la nueva iniciativa.

Ayer, la titular de Educación, Isabel Celaá, anunció en el Parlamento que “no hay previsión de continuidad” del proyecto lanzado por su compañera de Gabinete. Así, lo que tenía visos de convertirse en una comparecencia centrada en exhibir los avances en las haurreskolak se convirtió en el anuncio del final de un programa por boca del departamento que no solo no había impulsado la medida, sino que se había mostrado crítico con ella.

Asuntos Sociales mantiene que “lo que quede será algo diferente”

El Gobierno apostó por este escenario y por la ausencia de Zabaleta para plantear este viraje. Juanjo Agirrezabala, de EA, impulsor de la interpelación, consideró la decisión una muestra de la “política de bandazos” del Ejecutivo.

Celaá explicó que se ha realizado una evaluación conjunta de la que la conclusión “es que esta experiencia no va a continuar”, insistió. La razón: la apuesta para ese tramo de edad es la de un enfoque primordialmente educativo, algo que ya cubrirían las haurreskolak. La consejera reforzó su postura asegurando que es la posición no sólo de su departamento, “sino del Gobierno en su conjunto”. Pese a ello, después hizo un guiño a su compañera del Gobierno y destacó que las haur etxeak se impulsaron con “buena intención” para favorecer la conciliación familiar.

Asuntos Sociales quiso horas más tarde rebajar la contundencia de Celaá. Su portavoz señaló a EL PAÍS que el programa no toca a su fin, aunque reconoció que “lo que quede será probablemente algo diferente” al planteamiento de las haur etxeak. La nueva opción “se despojará de tintes educativos”. Más tarde, remitía un comunicado ante la “urgencia informativa” en el que se podía leer que “no hay ningún tipo de polémica. Se trata de avanzar en educación y en conciliación”. También apuntaba a una evaluación conjunta que no se habría realizado, a pesar de las palabras de Celaá, y que estaría prevista para finales de año.

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El plan piloto incluía la creación de cinco nidos el año pasado y la apertura de otros 18 en el actual ejercicio, que se pondrán efectivamente en marcha. La iniciativa fijaba además una evaluación a su final para tratar de extender la experiencia el año entrante.

Celaá aprovechó su presencia en la Cámara de Vitoria para, una vez más, cargar contra los planteamientos del ministro de Educación, José Ignacio Wert. Además de no coincidir en la reforma de Educación para la Ciudadanía o la sel Bachillerato, la consejera añadió otro punto de desencuentro con el Gobierno popular: “Discrepamos de que la educación de cero a tres años no es educación, es conciliación”, planteamiento defendido por el ministro.

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