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Ferrol reprime con gas una protesta de operarios del naval en la Alcaldía

Centenares de trabajadores irrumpen en el consistorio tras una manifestación multitudinaria para reclamar carga de trabajo El alcalde condena la acción porque la considera "del siglo pasado"

Operarios de los astilleros bajan por la escalera del recibidor de la casa consistorial de Ferrol
Operarios de los astilleros bajan por la escalera del recibidor de la casa consistorial de FerrolKiko (EFE)

El gobierno local de Ferrol recurrió ayer al gas pimienta para repeler una protesta del naval ferrolano que se iba caldeando por momentos. Centenares de operarios de Navantia y sus auxiliares entraron ayer a mediodía en el consistorio donde el regidor, José Manuel Rey Varela, se entrevistaba con el comité de empresa. Fue al término de una manifestación multitudinaria que arrancó en la puerta del astillero y desembocó frente al Ayuntamiento.

 Un cordón policial de cuatro o cinco agentes de la Policía Local apostados en el primer piso les cerró el paso a la sala de juntas y el pasillo se transformó en una marea de buzos azules y cascos de faena apretujados. La Policía Local respondió a los empujones con pequeñas ráfagas de gas pimienta para impedir que los trabajadores cruzaran la puerta que conduce a la zona de Alcaldía. El aerosol también alcanzó a los reporteros que estaban en la movilización. Los manifestantes replicaron con cánticos y alguno se sirvió del casco para romper la cristalera del salón de recepciones donde dejaron estampadas sus exigencias en una pintada: “Queremos traballo”.

El gobierno local está evaluando los destrozos en puertas, cristales y letreros de señalización y aún no le ha puesto cifras a la reparación de “cuantiosos daños materiales en el patrimonio municipal”.

“Esa cristalera rota es un ejemplo de la frustración de 6.000 trabajadores que en marzo o abril ven peligrar su trabajo, el futuro de sus familias y de toda la comarca”, ha asegurado Fernando Sinde (CC OO), presidente del Comité Intercentros de Navantia. Considera “excesivo” que se “gasee” a unos operarios que durante 40 años de lucha sindical han sido “ejemplares y responsables” en sus acciones y recuerda que la situación de los dos astilleros públicos de la ría, sin pedidos en cartera, es “gravísima”.

El alcalde replicó que comparte las reivindicaciones pero no los métodos. “No voy a consentir que se hagan acciones más propias del siglo pasado para defender derechos en los que todos coincidimos”, declaró dispuesto a “impedir que se repitan” los incidentes de ayer. Rey Varela ha escrito al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro y ha pedido una reunión con el nuevo presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, al que exigirá mayor implicación en la búsqueda de contratos militares y la construcción del dique flotante.

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