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Jodorwsky vs. Adanowsky

El padre es psicomago y gurú. El hijo, un cantautor inclasificable El Circo Price dedica este fin de semana un ciclo de tres actuaciones a esta irrepetible familia Reunimos a padre e hijo en su casa de París

Alejandro y Adán, padre e gato, en la casa paterna de París.
Alejandro y Adán, padre e gato, en la casa paterna de París.LÉO-PAUL RIDET

El gurú, sanador o hechicero tiene 83 años, dos o tres arrugas, una pelambrera blanca sobre la agilísima cabeza y está casado con una mujer de 40. “Cumplí mi sueño, encontré mi asiática soñada y nos va muy bien. La vejez no es fea, si te cuidas”. Es Alejandro Jodorowsky presumiendo de felicidad sin sombra de arrogancia. ¿Algún secreto? “Cada día escribo 15 tuits como gimnasia mental, y ya tengo 367.000 seguidores. La sociedad está enferma, solo el arte puede curarla. Y Twitter es el arte del siglo XXI”.

Estamos en París, muy cerca de la Bastilla. La casa del escritor, poeta, psicomago, tarotista y otros cien oficios está atiborrada de libros, papeles, objetos, dibujos, cuadros. Todo es de colores vivos, alegre y luminoso. El único que anda mustio es el gato, que tiene 18 años, pero de repente se despeja y se suma a la tertulia. Por lo demás, la casa rezuma salud y optimismo.

“Yo no me quejo de este mundo de mierda”. Así se presenta el joven Adán Jodorowsky, músico, actor, poeta, parisiense, alto, nómada, apátrida y también tuittero (con algunos seguidores menos que el patriarca). Es su hijo menor, tiene 32 años y su nombre artístico, abreviando, es Adanowsky. Aunque ahora es Amador, el personaje que inventó para su segundo disco (producido por El Volcán) y que, según anuncia con enorme sonrisa, morirá muy pronto en México. “Necesito matarlo para poder pasar a otra cosa y hacer el tercer disco. Lo quiero demasiado y no hay más remedio que matarlo para avanzar. El arte, Freud y los abstemios somos así”.

Jodorwsky's en el Price

El poliédrico universo de la familia Jodorowsky será el protagonista del ciclo que se celebra este fin de semana en el Circo Price (Ronda de Atocha, 35). Esta noche, a las 21.00, Adanowsky presenta su nuevo disco, Amador, que encierra a un personaje místico obsesionado por el amor. Mañana, a las 20.30, Alejandro Jodorowsky, el padre, presentará su Cabaret Místico. En sus propias palabras: "Una terapia colectiva de una hora y media de duración nacida de aplicar el resultado de mis búsquedas teatrales". Y el domingo, a las 19.00, Brontis Jodorowsky, otro de los hijos de Alejandro, interpretará la pieza El Gorila, con guión y puesta en escena del padre, una adpatción de Informe para una academia de Kafka. Los precios oscilan entre los 12 y los 26 euros por noche. También hay abonos con descuento.

Este es más o menos el ambiente en la tribu de los felices, libres, radiantes y sensibles machos Jodorowsky. Con ancestros chilenos, judíos, franceses, irlandeses, y etcétera, todos ellos longevos, don Alejandro todo lo hizo sin prisa: fue padre tardío, novelista setentón e internauta octogenario. Hoy tiene docenas de títulos publicados, y sigue cuidando y aprendiendo de sus hijos: Cristóbal, que ahora está en México rodando una película, Brontis, que es actor, y Adán. A los tres los educó él mismo: “Sus madres fueron dejándomelos y fui padre madre”.

Y ahora ha llegado el momento de demostrar lo que saben hacer juntos. El Pope, Brontis y Adán van a enseñar durante tres días su arte, su rebosante salud y su contagioso buen humor en el Circo Price. Alejandro hará su cabaret místico; Adán, un concierto; Brontis, una obra de teatro. Y nosotros ya hemos estorbado bastante. Ellos solos lo explican mejor.

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1. ARTE Y LIBERTAD EN LA CASA VIOLETA

Adán. Antes de matar a Amador tenemos que ir a Madrid porque Alejandro decidió hacer este espectáculo con sus hijos…

Alejandro. Me lo ofrecieron y pensé que ayudaría a acabar con la leyenda negra de la brecha generacional. En la India conocí a una familia de prestidigitadores que se trasmiten el oficio de generación en generación. Yo traté de desarrollar eso con mis chicos educándoles en total libertad.

Adán. Sí, en la cuna aprendimos psicomagia, poesía, tarot, tatuajes, meditación, pintura. La casa era violeta y podíamos rayar las paredes y pegar mocos en cualquier parte. Crecimos en el arte como los zapateros en los zapatos.

Alejandro. Pensé que era un crimen vestirlos a todos iguales, y me inspiré en los hermanos Marx. Un día fuimos a comprar las vajillas a un bazar en el Hotel de Ville, y cada uno compró un menaje distinto para comer.

Adanowsky, crear y destruir personajes

- De casta le viene al galgo: ha pasado de ser "el hijo de" a un artista único: actor, comediante, músico y compositor. Aunque en España todavía hay que recordar quién es su padre para identificarlo.

- Su último alter ego fue Amador (un ser sensible, dulce, atormentado por el amor). Es el título de su último disco y el segundo personaje de lo que él llama su trilogía: "Cada personaje que mato en mí, es un nuevo principio. La muerte es un cambio, no un final".

- Atrás quedó El ídolo: vicioso, chuleta y bailón.

- Sus espectáculos tienen siempre un toque excéntrico y humorístico, cercano a la comedia.

- Adanowsky se define a sí mismo como un tipo que se pinta los labios y se masturba delante del espejo para no sentirse tan solo.

- Uno de sus lemas: "Cuando sufres por una mujer, acuéstate con otra".

Adán. Yo me compré unos cubiertos de color oro porque la comida es sagrada.

Alejandro. Les animaba a ponerse calcetines de distinto color.

Adán. Es raro que lo digas porque hoy me puse otra vez los calcetines de distinto color. Nunca me pongo uno igual que el otro. Estoy dividido en dos.

Alejandro. Siempre pensé que los padres no son reyes, y que los hijos son superiores a nosotros y vienen al mundo para enseñarnos cosas.

Adán. Yo le pido que me ayude con las canciones porque no creo en los derechos de autor ni en el dinero.

Alejandro. Yo les digo: úsenme como si fuera un órgano suyo. Un hígado, un riñón. Todos son de todos, pero tienen la pureza de la poesía, que es el arte menos industrial.

2. LA FARSA DE LA DEMOCRACIA

Adán. Vivíamos en Vincennes, en las afueras de París. A los 27 me harté de París y me fui a Los Ángeles y luego a México. Hice mis discos, y de repente conocí a Javier Liñán, el productor de El Volcán, que me paseó por España. Me sacaba a bailar y me presentaba a todo el mundo, eso sí es un productor. Francia es muy aburrida. Aquí no leo los periódicos, no veo la tele, y la política me parece una colección de marionetas. Todo está arreglado desde más arriba. Y votar en esas condiciones es como tener que elegir entre Hitler y Mussolini.

Alejandro. Lo único que yo leo es El PAÍS, los medios franceses están demasiado cerrados en su pequeño mundo. Los intelectuales aquí son tan pesados… Siempre tienen la verdad suprema en la boca y saben de todo. Tienen gran amor a la cultura, pero utilizan su enorme inteligencia para hablar del culo. La sociedad está enferma, y el arte es para sanar. Hoy el deber del artista es comenzar a sanar a la gente. La familia, las relaciones, el psicoanálisis. Entiendo que Adán esté desanimado, porque el mundo está dirigido por la economía y la democracia es una farsa. Son dictaduras más o menos gentiles, pero el planeta está dirigido por la economía global. Los políticos nos hacen creer que la solución es nacional, pero es mentira.

Adán. Los artistas son los políticos de hoy, porque dan esperanza.

Alejandro. Francia cambió a peor, sigue siendo tranquila y segura, pero hay un vacío humano muy grande. Tras la guerra había mucha efervescencia. Ahora solo cuenta el dinero, y están en el cinismo de no creer en nada. Si eres optimista eres un cursi. Y eso es la destrucción del ser humano.

Alejandro Jodorowsky, el padre performativo

- ¿Polifacético? Dejémoslo en escritor, director teatral y de cine, guionista, actor, mimo, marionetista, compositor, escultor, pintor y escenógrafo, guionista de cómics, dibujante, instructor de tarot, psicoterapeuta y psicomago, que es lo que dice la Wikipedia. Algunos lo han visto como una personalidad fascinante del siglo XX ( otros como un cuentista) y él se ha descrito como un "prescriptor de acciones": "Recomiendo actos artísticos que creo curativos".

- Empezó escribiendo obras de teatro en México, continuó haciendo pantomimas con Marcel Marceau en París, luego guionizando cómics con Moebius (El Incal) y, después, escribiendo obras pánicas ("más allá del surrealismo") con el Teatro del Pánico y Fernando Arrabal.

- Conoce las 22 cartas del tarot de memoria y es capaz de hacer un análisis sin siquiera mirarlas. Una pregunta y un número y Jodorowsky se adentra en el subconsciente del contrario.

Adán. El arte decadente ya no sirve. Ahora lo original es lo positivo. Ser humanos. El planeta es nuestro, y tener un pasaporte para entrar en tu propia casa es un crimen. Va a llegar pronto una revolución pacífica. Una mutación. Los jóvenes ya no soportan eso y van a pasar del yo al nosotros.

Alejandro. El mundo va mejorando en algunas cosas. Ahora podemos ver las piernas de las mujeres. Poco a poco vamos superando las religiones y somos más conscientes. Pero estamos destruyendo el planeta, y mucha gente vive en siglos anteriores, con sus prejuicios, imponiéndonos la tiranía de su mediocridad. Debemos ayudar a vencer esa tiranía, si no se exterminará la raza humana.

Adán. Es como dar semillas a un árbol podrido, creo que habrá que encontrar otro planeta. Pero mientras tanto tenemos que hacer soñar a la gente. Divertirnos, hacer trabajar la mente. El surrealismo es muy necesario. Lo monstruoso y lo horrible me encanta, pero lo que más me emociona es la poesía. Antes creí que ser artista era tener éxito, ahora que llegó sé que no sirve de nada. Mi ego daba saltos cuando me hicieron la primera foto, hoy es como ir a la farmacia. Aunque si se acaba lo pasaré fatal. Los artistas solo quieren ser amados porque viven encerrados en su ser.

Alejandro. Lo que le pasa es que tiene muchas mujeres. Y en esta familia somos todos hombres.

Adán. Mis hermanos también tienen hijos. Pero todos somos mitad hombres y mitad mujeres. El macho que pega a las mujeres se odia a sí mismo, odia su parte femenina. No es un mal eslogan contra la violencia de género.

3. DESMONTANDO EL 3D Y LOS TÓPICOS FRANCESES

Alejandro. Hoy vivimos la era del cine en tres dimensiones. En un momento dado, nos pondrán de espaldas a la pantalla y saldrá una gran verga que nos violará. Es la era del arte tonto, invasivo, violador. En Madrid vamos a intentar hacer algo bonito, no sé qué. Será alegre, positivo. Lo importante es el intento, eso nos salvará. Mejor que mil críticas es una proposición sana.

Adán. Haremos lo contrario que aquí, donde el arte es burgués, minimalista, blando, pura masturbación intelectual. Yo como muy bien en Francia porque voy a un chino.

Alejandro. Yo me quedo por los libros. Aunque soy ciudadano francés y no debería decirlo, creo que todos los franceses odian Francia. Los franceses te invitan a un té cuando llevan 10 años contigo y para llevarte a su casa esperan a que pasen 15 años. Hasta ese momento, se van al baño para no pagar. Como dijo Roberto Matta, “triunfar en París es fácil, solo los primeros 50 años son difíciles”.

Adán. Sigue así, Alejandro.

Alejandro. Mi padre vivió 100 años y se murió porque quiso, de aburrimiento.

Adán. Y a los 90 se dejó barba y le salió negra.

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