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EXPOSICIÓN

Precolombinos en el IVAM

El centro contemporáneo se transforma en museo etnológico para abordar una exposición sobre los tesoros del pueblo taíno

Una de las esculturas de la exposición 'Tesoros del arte taíno', en el IVAM.
Una de las esculturas de la exposición 'Tesoros del arte taíno', en el IVAM.MÒNICA TORRES

El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) suplantará hasta el próximo 22 de abril al vecino Museu Valencià d'Etnologia, con sede en La Beneficència, para ofrecer una exposición sobre la cultura de los antiguos pobladores de las islas del arco antillano, en el mar del Caribe. La exposición inaugurada este martes, Tesoros del arte taíno, intenta mostrar la visión mágica y religiosa de ese pueblo a través de 160 obras y objetos.

Una muestra, organizada en colaboración con el Centro Cultural Eduardo León Jimenes, de Santo Domingo, que recoge las formas abstractas y naturalistas de una cultura que quedó diezmada durante las primeras décadas de colonización tras la llegada de Colón pero que también impregnó y se dejó impregnar, a causa del comercio entre los pueblos precolombinos, por otras poblaciones próximas del área continental, como las tribus de la etnia arahuaca, en el río Orinoco.

El visitante que acuda al IVAM ávido de contemplar obras de arte moderno se sorprenderá durante los próximos meses con una exposición de arte y objetos de uso cotidiano de una cultura precolombina que lo mismo enseña una maraca ceremonial de madera de entre el año 350 y el 1.500 antes de Cristo o una lasca de sílex de hace cuatro milenios, que aloja en una vitrina una escultura también en madera que representa a un ídolo antropomorfo.

El pueblo taíno quedó

“Los taínos están aquí hoy, vivos”, exclamó en la inauguración José María Fernández Pequeño, gerente de Programas Culturales del centro dominicano, tras explicar que el “desembarco” del pueblo taíno en Valencia es una “colonización de sensibilidad y ternura”, comparada con la que provocó la muerte, según dijo, de un millón de personas en las primeras décadas de la colonización del Caribe.

La muestra en sí se articula a través de cinco secciones, y arranca con la que sirve para presentar a los taínos como grupo social y como cultura. Allí destaca, entre otras esculturas, la figura del Cemí de la Cohoba.

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Hay lascas de sílex,

En la segunda sección se muestra la relación de estos pueblos con la naturaleza, a través de objetos que sirven para interactuar con el medio o para representarlo mediante diversos símbolos. Después viene otro ámbito dedicado a los utensilios que permiten producir bienes de consumo.

El cuarto de los ámbitos se dedica a las prácticas rituales, y aquí también se incluyen proyecciones pictográficas que se hacían en las cavernas para el culto a los dioses. Y la última sección refiere a la vida doméstica de los antiguos pobladores del Caribe.

Una exposición que, independientemente de que encajaría mejor en un museo etnológico, despertará el interés de los visitantes, seguro que más conocedores de otros pueblos precolombinos, como los aztecas, los mayas o los incas.

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