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CITA CLAVE PARA EL NACIONALISMO

Vázquez advierte que tiene sustitutos si alguien decide irse del BNG

Beiras pide a la militancia “regenerar” y "recuperar la ética” del Bloque

Adán abre una botella de agua, entre Vázquez, a su derecha, y Jorquera y Prado, a su izquierda
Adán abre una botella de agua, entre Vázquez, a su derecha, y Jorquera y Prado, a su izquierdaANXO IGLESIAS

Casi a la misma hora presentaron en Santiago sus credenciales Alternativa pola Unidade, la lista a la medida de la UPG —fuerza hegemónica en el Bloque que se define comunista— y la entente integrada por Mais Galiza y el Encontro Irmandiño que el fin de semana se batirán en asamblea para dirimir quién dirige el BNG y qué candidato presenta a la Xunta. El primer acto discurrió entre formales llamadas a la concordia y puyas indisimuladas desde los dos bandos.

 En el Salón Quintana del hotel Puerta del Camino en Santiago, desplegó la UPG todo su arsenal en forma de lista cremallera: el hasta ahora portavoz nacional, Guillerme Vázquez, candidato a repetir en el puesto; la cara del Bloque en el Congreso, Francisco Jorquera, dispuesto a ser cabeza de cartel en las auonómicas; la vicesecretaria de la Mesa del Parlamento, Carme Adán; el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, diputados como Bieito Lobeira, Ana Pontón y Tereixa Paz, o el también parlamentario y exconselleiro Alfredo Suárez Canal, junto a la histórica Pilar García Negro en puestos de cierre.

Tras insistir en que su lista nace con vocación “integradora”, para sumar y no dividir, desde una concepción “plural”, Vázquez lanzó un aviso a quien esté tentado a abandonar el frente: “Estoy seguro de que el BNG tendrá altas suficientes para llenar las hipotéticas bajas. Nunca tanta afiliación tuvo. En las organizaciones se está por propia voluntad”. Y Jorquera deslizó que no pondría pegas a ceder el puesto de candidato a otro si finalmente ambas corrientes llegasen a acuerdo. Un brindis al sol porque nadie en una y otra facción contempla ya el pacto siquiera como posibilidad. Tanto Adán, que presentó el acto, como Jorquera y Vázquez, demandaron un “proyecto claro” y este último reiteró varias veces que su gente “está comprometida con el Bloque antes y después de la Asamblea” y prometió no ejercer la oposición interna. Cuando se le preguntó si es lo que aguarda de sus rivales, espetó: “Por los hechos los conoceréis, sus prácticas, medidas y posicionamientos están en la hemeroteca”.

A esa hora, Beiras ya estaba respondiéndo sin saber siquiera las palabras de Vázquez. A la intemperie, a las puertas de la sede nacional donde formalizaron la candidatura, el histórico portavoz nacional que pretende volver a serlo llamaba a “la regeneración” y a la vuelta a la ética del BNG. En su sociedad con Aymerich, el veterano nacionalista llevó ayer la voz cantante, pero no quiso oir ni hablar de integración. Ni para bien (en el caso de que su candidatura salga victoriosa de la asamblea) ni para mal.

Jorquera no pondría

El líder de los Irmandiños venía de tomar un café en un bar próximo a la sede de la organización que aspira a liderar con Carlos Aymerich, su socio de Máis Galiza y futuro candidato a la Xunta si el sábado ambos logran imponer sus tesis en el frente. Juntos presentaron la Candidatura para un novo proxecto común, refundación e rexeneración do BNG. Ni oir hablar de integración con la lista que auspicia la UPG — “ya trataremos de eso el día después”—, ni tampoco sobre ruptura.“No hablaremos de nada que distraiga nuestra atención”, zanjó los augurios de quienes pronostican una desbandada y el fin del BNG en una asamblea a muerte entre dos bloques históricamente enfrentados a los que hay que sumar un contendiente de última hora, el Movemento ao Socialismo, que capitanea el concejal de Santiago, Rafa Villar. Igual que sus adversarios, Beiras invocó el “respeto recíproco” y la “fraternidad” en el frente de partidos.

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Estos son los pilares sobre los que dice asentarse la candidatura de largo enunciado nacida del “entendimiento” entre Irmandiños y Máis Galiza que también quiso exhibir su poder y colocó en la foto a jóvenes alcaldes y portavoces municipales: Sandra González, de Tomiño, Martiño Noriega, de Teo, junto a históricos como Camilo Nogueira. Faltó Teresa Táboas que prefirió quedarse al margen. Entre 100 militantes (50 candidatos y 50 suplentes) no figura finalmente la exconselleira y parlamentaria que anunció su marcha de Máis Galiza hace unas semanas. “Se lo propuse, pero prefiere centrarse y repensar su trabajo y vida y no aparecer en órganos de gobierno, aunque apoya la candidatura. Tenía todo nuestro apoyo”, dijo Aymerich para negar que la ausencia de Taboas guarde relación con la falta de empatía entre ambos. El líder de Máis Galiza, menos rotundo contra la UPG que Beiras, propuso un partido “con vocación de gobierno, mayoritario en la Xunta y evitar que gane el PP”. Beiras se mostró encantado de “haber sentado las bases del consenso sobre las diferencias ideológicas” con Máis Galiza.

Beiras y Rodríguez, eterno retorno

Xosé Manuel Beiras y Francisco Rodríguez vuelven a chocar. Como ha sido costumbre a lo largo de casi dos décadas entre los dos padres fundadores del Bloque. Ya no en la trastienda, como venía siendo rutina últimamente, ayer con micrófonos delante y alusiones nada veladas. Allí estaba Rodríguez, esquinado, a la izquierda del todo, en la mesa que Alternativa pola Unidade montó —ironías da la vida, en la sala Quintana de un hotel compostelano— tratando de pasar desapercibido entre otros 41 compañeros desde el puesto número 9 de la lista.

Y entonces llegó la pregunta sobre su lugar en la candidatura que promueve el partido que pilota desde hace 30 años. Y también su respuesta cargada de intención. A Rodríguez se le interpelaba únicamente por su noveno puesto en la papeleta de Alternativa Pola Unidade. Y esperó a que le pasasen el micrófono —solo estaban previstas las intervenciones de Adán, Vázquez y Jorquera— y proclamó: “Creo que es bueno que no estemos siempre en las mismas partes las mismas personas. Además de la primera línea política, hay otras”.

Pretendió hacer ver que hablaba de sí mismo pero el dardo estaba ya lanzado a su perpetuo adversario interno. Luego adornó su intervencíon con tópicos de los partidos en períodos de entreguerras (“los puestos no son relevantes”, “lo importante son las ideas”, “el Bloque está bien representado”, “en los cargos políticos se puede estar o no estar”).

Entre llamadas a la participación, Beiras, sin más parafernalia que la de sus aliados rodeándole en la puerta de la sede nacional, como antaño, devolvía reproches también sin citar a nadie por su nombre sobre la necesaria “recuperación de la ética” y la “regeneración del BNG”.

La generación posterior demostró ayer que vive el cónclave con menos tensión. Jorquera llegó a decir que “por supuesto que Aymerich podría ser un candidato a la Xunta” mientras proponía evitar la crítica a cualquier persona del BNG. Aymerich, más conciliador que Beiras, prometió que en el día después seguirán trabajando “todos juntos”.

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