_
_
_
_
_

Más patos, mayores problemas para el arroz en el parque de L’Albufera

Los cazadores piden prorrogar la veda ante la sobrepoblación del ‘collverd’

Un cazador en el término municipal de Sueca.
Un cazador en el término municipal de Sueca.J. B.

El aumento de aves acuáticas abatidas en el periodo de càbiles, que finalizó ayer en los cuatro cotos tradicionales del entorno de L’Albufera, denota una mayor presencia de patos que otros años. Así lo interpretan los cazadores. Entre el sábado día 14 y ayer domingo, donde el año pasado se abatieron 36, este año han sido 52 las ánades derribadas por las escopetas en las casitas ubicadas en los arrozales del coto del término de Sueca, el de mayor extensión del parque. También celebran cábilas en Cullera, Silla y Sollana, donde también se realizan tiradas por el sistema de cotos, o vedats, ocho sábados al año, de finales de noviembre hasta primeros de enero.

A diferencia de estas jornadas, en las que se caza previa adquisición de replazas en una subasta, las cábilas son punto y aparte. Se trata de un derecho y no se debe de pasar por taquilla. Los cazadores se agrupan para aprovechar los mejores momentos. Y entre salida y salida, ocio y gastronomía. ¿Quién no ha oído hablar del arròs caldós amb fesols i nap i ànec, de l’all-i-pebre o de otras exquisiteces culinarias realizadas con materias primas del marjal?

“Si lo que hemos cazado este año es una referencia sobre la cantidad de patos que existen aquí, va a haber muchos más en la próxima primavera, cuando siembren el arroz”, apunta uno de ellos tras zamparse la tercera cucharada de arroz caldoso. Otro descarga sobre la clase política: “Hay responsables de la Administración que no conocen el terreno sobre el que mandan”.

“No queremos disparar un solo tiro en época de cría”, aseguraron los cazadores a Medio Ambiente

Los arroceros se quejan por los daños que la avifauna causa en los sembrados. Los tancats lindantes con el lago son una de las zonas afectadas. Pero la pasada primavera se vieron bandadas de patos en la partida de Campanar, donde coinciden los términos de Albalat de la Ribera, Sollana y Sueca. El terreno todavía estaba seco y los collverd (ánade real) estaban allí a la espera de la entrada de las primeras aguas que inundan la llanura para el cultivo.

La solución arbitrada desde el Consell de autorizar a cazar en esa época, de manera controlada, no convenció a los deportistas. Se negaron en redondo. “No queremos disparar un solo tiro en época de cría”, aseguraron. Ahora, los responsables de Medio Ambiente de la Generalitat han rechazado la propuesta que los clubes de los pueblos del entorno del parque natural hicieron a través de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana. Solicitaron poder prolongar la veda, que se cierra el próximo día 5, a los tres fines de semana restantes de febrero. Prometían disparar únicamente al collverd con la finalidad de controlar la población. Ello no se ajusta al PRUG puesto que se superarían los 40 días de veda previstos en la normativa. Desde el Consell han manifestado que disponen de 80.000 euros para contrarrestar los daños.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_