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Valencia y Alicante se vuelcan en la protesta contra el tijeretazo en educación

Más de 120.00 personas acuden a las manifestaciones contra el ajuste aprobado por el Consell

Manifestación en Valencia contra los recortes en educación.
Manifestación en Valencia contra los recortes en educación.JUAN CARLOS CÁRDENAS (EFE)

La quiebra financiera del sistema educativo ya es oficial. Más de 120.000 personas de todos los puntos de la Comunidad Valenciana —según cálculos de los organizadores y de la policía nacional— paralizaron el tráfico este sábado en Valencia y Alicante y colapsaron los trenes de cercanías para protestar por los impagos en educación y el decreto del Gobierno popular de Alberto Fabra, que recorta el salario de los 55.000 docentes de la red educativa pública y de 140.000 funcionarios de la Generalitat, aprobado el miércoles en las Cortes. Las protestas se centraron en las tres legislaturas del PP que han dejado la Comunidad Valenciana en bancarrota, con una deuda de 62.500 millones de euros, que impide pagar los servicios básicos educativos.

Los 1.200 colegios e institutos públicos no cobran la subvención para su funcionamiento desde hace ocho meses. Las cerca de 300 escuelas infantiles privadas no han ingresado el cheque escolar del que pagan parte de la nómina, y están al borde de la asfixia, los conservatorios y escuelas de música acumulan un recorte del 54% en ayudas y las universidades sostienen una deuda de 800 millones que las ha dejado al “límite” de su capacidad de endeudamiento en 2012.

Más de tres horas duró la manifestación en Valencia para poder, al menos, “pasar” por la plaza de la Virgen, junto al Palau del Gobierno de la Generalitat, donde debía de culminar la marcha. Familias al completo, alumnos de todas las edades, profesores, directores y una gran representación política de concejales, parlamentarios y de las ejecutivas de los tres partidos de oposición —PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida— acudieron al grito de guerra de los cinco sindicatos de la enseñanza pública, que anuncian una semana “de duelo” y de “movilizaciones” para pedir “responsabilidades políticas” por la “quiebra” de la Generalitat. Los principales dardos tenían un destinatario con nombre y apellido: José Manuel Vela, “el responsable de la elaboración de los presupuestos de las últimas tres legislaturas”.

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La manifestación de Alicante fue, además, una de las más multitudinarias que se recuerda en la ciudad. La policía nacional comparó la manifestación de ayer en la capital alicantina con las que se convocaron por la guerra de Irak y tras los atentados del 11 de marzo. Por una vez, la organización y la policía nacional coincidieron a la hora de calcular el número de asistentes: más de 40.000 personas.

Menos corrupción. Más educación fue la consigna central de las dos macromanifestaciones, en las que los participantes se emplearon a fondo en demostrar el “hartazgo” por “el despilfarro” de los últimos 16 años de Gobierno del PP y condenaron la cadena de casos de corrupción que hieren la Comunidad Valenciana. Pancartas con referencias al juicio de Camps, al caso Brugal, al fracaso de la fórmula 1 o a la visita del Papa fueron la denuncia más gráfica contra una manera de ejercer el poder valenciano. “Yo trabajo y ellos malgastan, pero todos pagamos”, denunció el colegio público Joaquín Muñoz.

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Una pancarta de padres de la escuela infantil Beteró de Valencia describe el grado de malestar por los recortes de los servicios educativos y los impagos de la Generalitat, no solo al sistema educativo público, sino también a las empresas de la privada. “¿Dónde está el dinero? ¿Quién lo ha robado? Yo no soy cómplice. Yo no he votado al PP”. Esta pequeña guardería, abierta desde hace 17 años, podría cerrar el próximo curso si la Generalitat sigue retrasando el pago del cheque escolar.

Los institutos públicos denunciaron que no pueden hacer frente “a la deuda de 53.000 euros”, confirmó otro de los profesores y directores que acudieron a la convocatoria en Valencia de los cinco sindicatos de la enseñanza pública STEPV, CC OO, Fete-UGT, Anpe y CSIF y de la Plataforma per l’Ensenyament Públic.

“Sin calefacción se nos congelas las ideas” era otro de los lemas que portaban unas alumnas de Villena. “Dinero para educar y no para caviar” y, sobre todo, otro de los más repetidos: “No a los recortes de las nóminas para pagar el despilfarro de la Generalitat”. Muy críticos en Alicante, los manifestantes se quejaron de la corrupción del caso Brugal, mientras se recorta en educación. “Es una vergüenza: recortan en educación y siguen robando”, se quejaron.

Los convocantes de la manifestación en Alicante vieron desbordadas todas sus previsiones, ya que esperaban reunir a unas 8.000 personas. Sin embargo, los problemas que debido a los recortes se han vivido esta semana (con cortes de luz en algunos institutos, falta de calefacción o papel higiénico) han encendido los ánimos de la comunidad educativa. Cuando la cabeza de la protesta llegó al Palacio de las Brujas, en Doctor Gadea, sede del Consell en Alicante, todavía quedaban cientos de personas esperando en las escaleras del Jorge Juan para salir y sumarse a la marcha.

Ahora viene una semana de “duelo”. El lunes 700.000 alumnos de la pública y sus docentes están llamados a vestir camisetas negras. El martes habrá encierros y el jueves, nueva manifestación, pero de todos los funcionarios del Consell. Bandas de música de conservatorios y escuelas anticiparon anoche con su marcha fúnebre un Réquiem por la muerte de la enseñanza pública y la oleada de privatización educativa anunciada ya.

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