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El líder del PSM defiende que los delegados lleguen sin un mandato cerrado al congreso de Sevilla

Lissavetzky justifica su apoyo a Rubalcaba porque hay que apostar por las personas más solventes

Los socialistas madrileños celebran desde ayer el congresillo para elegir a los 79 delegados que les representarán en el 38º Congreso federal que el PSOE celebrará en Sevilla en un par de semanas. Un millar de representantes de las 142 agrupaciones de Madrid, elegidos la semana pasadas en las asambleas locales, participan en el cónclave socialista. Esta tarde elegirán entre dos listas: La que encabeza el secretario general del PSM, Tomás Gómez, y la que lidera el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky. Gómez se presenta sin haber decidió aún a quién respaldará en el congreso de Sevilla. Defiende la idea de que los delegados de Madrid no deben acudir con un “mandato cerrado e imperativo, si esos compañeros no han traído aquí el mismo tipo de mandato”. Lissavetzky, por su parte, apoya decididamente al vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba en su carrera a la secretaría general del PSOE. En Madrid no concurre ninguna lista que defienda claramente la opción que representa la exministra de Defensa Carme Chacón.

Tanto Gómez como Lissavetzky han intervenido en el congresillo para defender las listas que representan. Gómez ha asegurado que se presenta con una lista de integración: “Es una lista que no es la representación de una candidatura al 38º Congreso en el PSM, sino la representación del PSM en el 38º Congreso”. El jefe de los socialistas madrileños ha defendido en multitud de ocasiones la “autonomía de la federación socialista”. Su lista incluye nombres como los de la exministra Matilde Fernández; el expresidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba ,y el exalcalde de Madrid, Juan Barranco, además de un nutrido grupos de diputados socialistas en la Asamblea de Madrid y portavoces del PSM en numerosos municipios de Madrid. Por su parte, la candidatura que lidera Lissavetzky incluye a numerosos exalcaldes socialistas en relevantes municipios de Madrid durante la pasada legislatura y a exdiputados autonómicos.

También ha defendido repetidamente la necesidad de implantar las primarias abiertas en el PSOE. Por eso durante su intervención ha explicado: “Los militantes de nuestro partido quieren participar directamente en la elección del secretario general. Estoy convencido de que acabará imponiéndose”. Gómez ha precisado que en el Congreso federal se acude a debatir, a defender cada uno sus posiciones y a convencer. “Pero para convencer hay que estar dispuesto a ser convencido”. Y ha concluido: “Os pido que apostéis por vuestra autonomía de conciencia. Solo quien es capaz de defender su autonomía, puede defender la de los demás. Y para ello es necesario que los afiliados actúen desde la libertad de conciencia”.

Por su parte, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha defendido la candidatura de Rubalcaba para el congreso de Sevilla. “Los congresos se hacen para determinar el rumbo del partido y también para elegir al mejor equipo. Hay que hablar de las ideas pero también de las personas”, ha proclamado durante su intervención. Y ha proseguido: “La candidatura que yo encabezo hace una apuesta por las personas más solventes y apostamos por Rubalcaba”. El exsecretario de Estado para el Deporte ha descrito el proyecto que él avala en torno a cuatro ejes: “más socialismo, más europeísmo, más municipalismo y más democracia”. Y ha aclarado que en el congreso de Sevilla “no se trata de refundar un partido sino de reforzarlo”.

Lissavetzky ha tratado, también, de explicar las reticencias de la candidatura de Rubalcaba a las primarias abiertas como defiende la cúpula del PSM, que lidera Gómez. “Estoy a favor de las primarias para elegir candidato y para elegir secretarios generales. Pero hay que regularlo porque si no se pueden crear hiperliderazgos”. También ha afeado a Gómez que acuda al congresillo sin haberse posicionado a favor de ninguno de los dos candidatos que hay hasta la fecha. “Hay que ser claro y transparente”. Y ha concluido entonando el discurso que Rubalcaba esgrime para torpedear a Chacón. “Defendemos un proyecto nacional con una misma voz, no 17 voces diferentes”.

Ambos dirigentes madrileños han defendido el proceso democrático y han descartado guerras internas. “No hay que abrir ninguna fractura ni fisura por ejercer el derecho que tenemos”, ha sentenciado Lissavetzky. “Que los socialistas no alimentemos el morbo de quienes quieren ver en nuestros debates una permanente confrontación”.

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Lissavetzky ha pedido al millar de delegados que participan en el congresillo del PSM que voten sin miedo y eviten actitudes de "estas conmigo o contra mí", en una velada alusión a la gestión de Gómez al frente del partido en Madrid.

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