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El PP sale en auxilio de Mas para sacar adelante los presupuestos catalanes

Las cuentas incluyen el euro por receta y la tasa turística, que rechazan los populares

El presidente de la Generalitat, Artur Mas responde a la popular Alícia Sánchez-Camacho, durante la sesión de control al gobierno catalán.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas responde a la popular Alícia Sánchez-Camacho, durante la sesión de control al gobierno catalán.Alberto Estévez (EFE)

El binomio entre el Partido Popular (PP) y Convergència i Unió (CiU), que la semana pasada permitió aprobar con amplísima mayoría los primeros ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy, se trasladó ayer a Cataluña para salir esta vez en auxilio de Artur Mas. El PP apuntaló a los nacionalistas catalanes para desbrozar el camino de los presupuestos de la Generalitat de 2012. Sin duda alguna, el apoyo de CiU a las medidas económicas de Rajoy fue clave para que el PP catalán colaborara ayer en tumbar las enmiendas de la izquierda pese a que los presupuestos incluyen aumentos de impuestos y nuevas tasas que los populares rechazan.

El rodillo de CiU y el PP funcionó a la perfección pese a que ambos partidos siguen negando que exista pacto alguno entre ellos y se lancen frecuentes, aunque inofensivas, pullas en el debate parlamentario. Los dos partidos no solo se aliaron para rechazar las enmiendas del PSC, Esquerra Republicana, Iniciativa y el Grupo Mixto, sino también para comenzar a tramitar la ley de medidas fiscales y financieras, en la que figuran puntos tan contradictorios con el programa electoral del PP como una tasa turística y el euro por receta.

Los nacionalistas catalanes hacen de tripas corazón y no dudan en apoyarse en el PP día sí día también

Los nacionalistas catalanes hacen de tripas corazón y no dudan en apoyarse en el PP día sí día también mientras intercalan mensajes para sus votantes más soberanistas, a los que siguen prometiendo luchar a favor del pacto fiscal. El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, incluso se permitió ayer en sede parlamentaria lanzar mensajes soberanistas con una defensa de la “viabilidad” de una Cataluña independiente poniendo a Eslovaquia como ejemplo.

El PP catalán, con escaso margen de maniobra y siempre compitiendo con ERC para ser socio preferente de los nacionalistas catalanes, respondió con resignación y repitiendo las mismas advertencias que ha lanzado a Artur Mas durante los últimos meses. “No juegue siempre a la geometría variable, porque no siempre le saldrá bien. El país necesita estabilidad. Dialogue, pero no juegue a dialogar con todos”, dijo Alicia Sánchez-Camacho. La presidenta del PP catalán volvía a insistir así, sin éxito, ante un Artur Mas empecinado en negarle el papel de socio prioritario pese a necesitarla para todas las votaciones complicadas. En cualquier caso, los presupuestos catalanes lograron superar el primer escollo parlamentario y su aprobación definitiva está prevista para mediados de febrero.

Mas-Colell admite que el copago tendrá poco impacto en las arcas de la Generalitat y lo justifica por el ahorro farmacéutico
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En un intento de satisfacer al PP y de calmar los ánimos de la izquierda, el consejero de Economía negó que la tasa de un euro por receta médica tenga fines recaudatorios y llegó a asegurar que tendrá “poco impacto” en el capítulo de ingresos: inicialmente están previstos unos 80 millones de euros, aunque la cifra variará cuando se excluyan del pago los enfermos crónicos. Mas-Colell justificó la aplicación de la tasa aduciendo que facilitará el ahorro farmacéutico.

Para aprobar los presupuestos, CiU necesita la abstención —o el improbable voto favorable— del PP o del PSC. Los socialistas ya se autodescartaron ayer con su enmienda a la totalidad. El presidente, Artur Mas, lanzó una llamada desesperada al conjunto de la oposición para lograr su apoyo. “Intentamos que la Generalitat no se hunda”, dijo antes de comenzar el debate de presupuestos.

Después, el consejero Mas-Colell defendió las cuentas de la Generalitat como las únicas posibles en un momento de crisis y pidió un ejercicio “de responsabilidad y prudencia”, por lo que instó a la oposición a que se abstuviera. “Yo pido a todos los grupos parlamentarios que se hagan la pregunta siguiente: si estuviesen en la situación de presentarlos, y dada la realidad de nuestra crisis y la crisis internacional, ¿podrían permitirse presentar unos significativamente diferentes?”, preguntó. “Si la respuesta es que no, entonces les pido también que voten favorablemente o que se abstengan”, remachó.

Socialistas y republicanos se escudaron en que han presentado abundantes propuestas alternativas. Esquerra Republicana propone un nuevo impuesto sobre los depósitos bancarios que CiU rechaza y los socialistas insisten en que a las cuentas de la Generalitat les faltan medidas de estímulo económico más allá de los recortes. “Hay otra manera de hacer estos presupuestos”, sostuvo la diputada socialista Rocío Martínez-Sempere. Esquerra quiso tener un gesto con el Gobierno en la ley de acompañamiento. Los republicanos reclamaron votar por separado su enmienda a la totalidad y se abstuvieron en las del resto de los partidos.

A CiU le bastaba con los votos del PP. El Grupo Popular, presionado por los empresarios turísticos que auguran un descenso de las pernoctaciones si se aplica la tasa de hasta tres euros por persona y noche, tiene ahora una papeleta complicada. De momento, justifica su apoyo a los presupuestos como un “ejercicio de responsabilidad”, pero tiene un mes para flexibilizar las medidas más contrarias a su ideario. El Grupo Popular presentará enmiendas para corregir las tasas. El partido se conforma ahora con que el impuesto turístico sea temporal.

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