_
_
_
_
_

La policía de Salt patrullará dentro de los edificios más conflictivos

El Ayuntamiento desplegará agentes en las comunidades de vecinos que lo soliciten

La policía local de Salt (Gironès) podrá patrullar en los pasillos y las zonas comunes de los edificios de viviendas en zonas conflictivas de la localidad si la comunidad de vecinos así lo solicita. El Ayuntamiento pondrá en marcha en las próximas semanas una prueba piloto del programa Pasillos limpios y seguros para evitar delitos como el tráfico de drogas en los bloques de pisos. La idea surgió tras una visita del alcalde, el convergente Jaume Torramadé, a Nueva York, donde hace años que la policía local participa en un programa similar (Operation clean halls request) para evitar “el consumo y la venta de drogas y expulsar a los no residentes” de las propiedades.

Los policías locales tendrán la llave de los edificios y entrarán de forma aleatoria para aprovecharse del “factor sorpresa”, explica Torramadé. También podrán actuar si algún vecino lo solicita. El programa nace con espíritu disuasorio: “Pondremos en la puerta un vinilo que anuncie que la comunidad está adherida al proyecto”, afirma el alcalde. Las comunidades deben decidir en asamblea si desean formar parte del proyecto y firmar un convenio con el Consistorio. El Ayuntamiento no aumentará de momento los efectivos de la policía local y solo aceptará una comunidad nueva cada semana.

El Consistorio carece de datos sobre cuántos delitos se cometen en el interior de los edificios. El proyecto se iniciará en el barrio del centro, donde se producen frecuentes conflictos de convivencia y en el que se concentran el 80% de los inmigrantes (hay unos 30.000 en Salt). El anterior Consistorio, gobernado por el PSC, intentó poner en marcha un plan que incluía la demolición de 600 viviendas (un 10% del parque de la zona) para esponjar y ordenar el barrio, proyecto desestimado por el alcalde actual.

“El proyecto Pasillos limpios y seguros dará más tranquilidad a la gente”, afirma Torramadé, que se presentó a las elecciones con una agenda centrada en asuntos de seguridad ciudadana. Un objetivo secundario es facilitar un mayor contacto entre policías y residentes que permita a las fuerzas del orden recabar información de forma más fácil. En Salt ya existe la figura del policía de barrio, un agente que recorre las calles a pie para entrar en contacto con los vecinos.

La ex alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda (PSC) pone en duda la eficacia de esta medida. La mayoría de los problemas de las comunidades de vecinos son de convivencia, no de seguridad, afirma. La policía local ya acude a las viviendas cuando se necesita. Si se ponen a patrullar en los bloques no estarán en la calle, donde más falta hacen, dice Pineda. El cuerpo de la Policía Local de Salt cuenta con unos 50 efectivos, incluidos los mandos. La ex alcaldesa recuerda también que Salt no tiene la fisionomía urbana de Nueva York. "Aquí no hay rellanos de 40 vecinos. Los bloques más grandes tienen 60 viviendas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_