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Barcelona activa la alerta tras registrar 72 casos de una grave dolencia venérea

Salud aumenta controles y avisa a los hospitales para frenar el desarrollo de la enfermedad

Un brote de linfogranuloma venéreo ha activado la alerta en los centros sanitarios de Barcelona después de que se registraran 72 pacientes con esta dolencia en 2011. Desde 2007 se han detectado 146 casos de la enfermedad, que prácticamente no había incidido entre la población desde la década de 1980. El colectivo más afectado es el de los homosexuales, la mayoría de ellos —el 94%— ya portadores del VIH; ello ha alertado al Departamento de Salud sobre el aumento de prácticas sexuales sin preservativo entre grupos de riesgo.

Aunque el linfogranuloma es una enfermedad de fácil tratamiento, a cuatro de los afectados el año pasado se les diagnosticó a la vez el VIH, detalla el informe elaborado conjuntamente por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y expertos de los hospitales del Mar, Vall d’Hebron y Clínic, que detectó el brote el pasado septiembre. La ASPB informó al Departamento de Salud y activaron la alerta, que fija el protocolo en este tipo de casos: dar más importancia a las unidades de detección de este tipo de enfermedades en los hospitales, alertar a los afectados y organizar sesiones informativas con organizaciones no gubernamentales orientadas al colectivo homosexual.

“Es peligroso que se esté bajando la guardia con relación a las enfermedades de transmisión sexual”, advirtió ayer a este diario Gemma Martín Ezquerra, doctora del hospital del Mar y coautora del estudio.

“No es una afección masiva, pero hay un exceso de relajación ante estas enfermedades venéreas que debemos controlar”, justifica la alerta un portavoz del servicio de epidemiología de la ASPB. “Se produce en un contexto en que las enfermedades de transmisión sexual están al alza en todo el continente”, señala la ASPB. “La incidencia por ahora es menor, pero debemos mantenernos alerta y vigilar la evolución del brote”, añade.

Los expertos vinculan el brote a encuentros sexuales anónimos promovidos en la red

Los investigadores vinculan el brote, que también se ha registrado en otras ciudades europeas, como Londres y Berlín, al auge de los encuentros sexuales anónimos promovidos a través de las redes sociales. También a otros encuentros similares concretados a partir de aplicaciones móviles basadas en la localización geográfica de los usuarios. “Las nuevas tecnologías propician este tipo de prácticas de riesgo”, detalla el informe, publicado en la revista Eurosurveillance.

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“Barcelona es una ciudad de moda para este tipo de encuentros, a los que acude gente de otros países”, detalla la doctora Martín Ezquerro. De los 70 casos registrados en Barcelona el año pasado —los otros dos fueron de personas extranjeras que no residen en la ciudad—, el 41% se diagnosticaron entre julio y septiembre, época habitual de este tipo de encuentros en la ciudad.

“Los resultados muestran que en este tipo de encuentros hay un determinado porcentaje de personas que mantienen relaciones sin preservativo pese a la promiscuidad propia de estos actos”, señala. Los afectados mantuvieron una media de relaciones sexuales con otras 26 personas el último año, según los 33 pacientes que contestaron a esta pregunta. Solo cuatro de los diagnosticados afirmaron haber usado preservativo en alguna de las relaciones mantenidas recientemente.

Por ello la ASPB ha basado la prevención de este tipo de enfermedades en las entidades sociales y revistas orientadas al público homosexual, así como clubes de sexo y locales de ocio. Estos se han involucrado en campañas de prevención y diagnóstico precoz desde finales del año pasado.

El linfogranuloma es una infección sexual causada por una clamidia. Puede ocasionar úlceras genitales, vómitos y diarreas si no se trata, y deformidades externas en los órganos genitales. Una vez detectada —en caso de síntomas de infección, la ASPB recomienda llamar al 93 441 46 12—, el pronóstico es positivo. “Con el tratamiento adecuado, suele desaparecer al cabo de unas tres semanas”, detalla la Martín Ezquerro. “La enfermedad en sí no es un problema, pero suele ir ligada a otras dolencias más graves provocadas por mantener relaciones sexuales sin protección”, subraya.

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