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Espías entre nosotros

El género de la novela de espionaje también tiene a Madrid como uno de sus escenarios

El espía Kim Philby, reclutado por la URSS para asesinar a Franco, protagoniza La voz del pasado.
El espía Kim Philby, reclutado por la URSS para asesinar a Franco, protagoniza La voz del pasado.

Quién lo diría. Pese a la diafanidad de sus celajes y a la llaneza de sus gentes, Madrid  ha sido una de las capitales del espionaje internacional, envuelto siempre en la penumbra; la misma que acompaña a la historia y que, por su fascinante hechizo, ha creado género literario propio: la novela de espionaje. Ya en la I Guerra Mundial, la infortunada espía holandesa y bailarina Mata Hari prosiguió un coqueteo con oficiales germanófilos, en el mismísimo hotel Ritz, que al poco la llevaría al patíbulo en París. La Guerra Civil atrajo a Madrid a espías de Berlín, Roma y Moscú, porque aquí se jugaba entonces el futuro imperfecto del mundo.

En la Segunda Gran Guerra, británicos y estadounidenses arañaron cada pulgada del suelo madrileño para impedir que Hitler sumara más de los 22 grandes edificios con los que sus fieles llegaron a contar en la ciudad, sin incluir el hotel del Negro, en la plaza de Castilla, donde la Gestapo —con aquiescencia del Caudillo— interrogaba, torturaba y asesinaba a disidentes germanos, combatientes aliados en fuga y a españoles antifascistas. En Madrid, espías norteamericanos y soviéticos libraron numerosos pulsos de poder durante la prolongada guerra fría. De uno de tales desafíos versa la novela Carne de trueque, cuya versión extendida se acaba de publicar y en la que la topografía del Madrid de los años setenta se convierte en el escenario perfecto de una feroz persecución entre dos agentes operativos, matadores e hispanos ambos, enfrascados en el aniquilamiento mutuo. Trepidante novela de sombras, señuelos y sangre, es obra de Fernando Martínez Laínez (Barcelona, 1941) uno de los pioneros de la novela policiaca en España.

Por su parte, Fernando Rueda, en su reciente novela La voz del pasado, ha estrechado los vínculos con España del mítico Kim Philby. Y Javier Juárez, con singular desenvoltura, destrenza las prietas redes del espionaje nazi en Madrid en La guarida del lobo. Sus respectivos relatos, ficción los dos primeros e historia el tercero, filtran un conocimiento cabal y apasionado del universo del espionaje. Son apenas tres de los jugosos ejemplos que unen Madrid a tan literario universo, donde culpa, traición, lealtad y convicciones libran un combate que, todavía, durará siglos.

Carne de trueque. Por Fernando Martínez Laínez. Editorial Casa de Cartón; 285 páginas.

La voz del pasado. Por Fernando Rueda. Ediciones Martínez Roca; 542 páginas.

La guarida del lobo. Por Javier Juárez. Editorial Alabar; 423 páginas.

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