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El salvaje Oeste madrileño

Una asociación intenta rescatar la memoria de los rodajes hollywoodienses en Colmenar Viejo

Víctor Matellano en la Dehesa de Navalvillar (Colmenar Viejo) donde participa en la recuperación de decorados de grandes películas.
Víctor Matellano en la Dehesa de Navalvillar (Colmenar Viejo) donde participa en la recuperación de decorados de grandes películas.SANTI BURGOS

La primera escena del célebre western de Sergio Leone La muerte tenía un precio comienza con Clint Eastwood cabalgando bajo la lluvia. Una escena chocante en este género de películas, los conocidos spaghetti western, que recrean el paisaje desértico de Tejas, Nuevo México, Arizona o California y que, como todo el mundo sabe, se rodaron en la también árida Almería. La realidad del cómo se hizo explica esta escena, impropia de un terreno asociado con la sequedad extrema. Esa mítica imagen no fue tomada en Almería, sino en la Dehesa de Navalvillar, en el municipio madrileño de Colmenar Viejo que compartió el rodaje con Hoyo de Manzanares. Y es que Colmenar Viejo, al norte de Madrid, fue durante más de una década, junto con el desierto de Tabernas (Almería), el lugar elegido por numerosos cineastas norteamericanos para rodar películas del Oeste americano e incluso, grandes producciones de temática histórica. Espartaco, El Cid, Alejandro Magno o la trilogía de Sergio Leone —Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo—, son algunos ejemplos.

 Para cotribuir al rescate de esta conexión entre el cine y la Comunidad de Madrid, el próximo día 21 se presentará el libro, Clint, dispara. La trilogía del dólar de Sergio Leone, coordinado por el guionista y ayudante de dirección Víctor Matellano, nacido en Colmenar Viejo donde su abuelo Benito actuó como extra en El Cid. El acto tendrá lugar en el centro comercial El Ventanal de la Sierra, de Colmenar, y contará con la presencia del actor Paco Valladares, que fue el doblador de Clint Eastwood en la película El bueno, el feo y el malo.

Este libro identifica todos los paisajes y decorados de la trilogía de Sergio Leone ubicados en la región, que forman parte del imaginario del mundo del cine: además de la mencionada Dehesa de Navalvillar, la Casa de Campo, la colina de Hoyo de Manzanares donde se situó Golden City, La Pedriza, el Río Alberche (Aldea del Fresno). Mención aparte merece el poblado conocido como Lega-Michelena, que a semejanza del Minihollywood de Almería, fue uno de los escenarios de pueblos del Oeste más recurrentes del género. En El bueno, el feo y el malo era Peralta, en Nuevo México, mientras que en La muerte tenía un precio se convertía en White Rocks, un nombre que hace un guiño al cercano Pico de San Pedro, situado al este de la dehesa.

En 1973, este poblado fue destruido: “Y ese es uno de los factores por los que no se sabe que Colmenar fue un gran escenario para el cine. Se podía girar la cámara 360 grados sin temor a grabar ninguna cosa que no fuera paisaje. Y, además, estaba muy cerca de Madrid”, explica Matellano, que también ha participado en la elaboración de los libros de la editorial TB Editores sobre el rodaje de las películas El Cid y Espartaco, así como otro trabajo dedicado a la relación de la Dehesa de Navalvillar y el cine.

Entre Almería y Colmenar

Pese a lo que generalmente se cree a Almería solo le corresponde menos del 15% del rodaje de Por un puñado de dólares. El resto se hizo en Hoyo de Manzanares y Colmenar Viejo.

La Muerte tenía un precio fue rodada al 50% Almería y Madrid

El bueno, el feo y el malo se rodó en Colmenar y en Burgos.

Hoy ya no quedan apenas vestigios del poblado en el que Eastwood rodó estas películas que, según el libro coordinado por Matellano, fueron un auténtico desafío para el laureado actor y director norteamericano: “Me dije, esto va a ser un fracaso. Pero viajo gratis a Italia y España. Y ya que nunca he estado en ninguno de estos sitios, puede ser una buena experiencia. Y si los dados de la suerte salen bien, va a ser un bonus”, explica Eastwood en el libro de TB Editores, en colaboración con la asociación Colmenar Viejo, Tierra de cine, presidida por el actor Saturnino García.

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Para rememorar este pasado el colectivo ha recuperado los restos del poblado oeste en la Dehesa de Navalvillar. Tras obtener el permiso del Ayuntamiento del municipio, sus miembros han limpiado y restaurado los restos de la iglesia y el juzgado del poblado del oeste. La propia asociación ha corrido con los gastos de la iniciativa. Para culminar el proyecto, su objetivo es ahora lograr que se vuelva a edificar el edificio del sheriff de la trilogía.

Con esta actuación, la asociación quiere dar a conocer un “importantísimo decorado para el cine, en el que en la década de los sesenta y setenta rodaron cineastas tan importantes como Stanley Kubrick, Sergio Leone, Win Wenders o Robert Siodmak”. Matellano, vicepresidente de la asociación, el rescate de esta relación entre Colmenar Viejo y el cine tiene además un gran atractivo cultural y turístico.

Los restos ya se pueden visitar. Se puede acceder a ellos a través de la entrada de Los Remedios, situada junto a la base de Helicópteros, caminando unos cien metros desde la puerta.

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